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“Otra novela apocalíptica zombie”

Por Ana Olivares

Desde su debut con la trilogía de Maravilloso Desastre, su primera autopublicación, Jamie McGuire consiguió colarse en la lista de los libros más vendidos según el New York Times y de Usa Today en Estados Unidos. Personalmente no me atrajo nada su temática romántica típica e insulsa. Sin embargo, cuando compré este libro por Amazon no sabía que se trataba de la misma autora, tan sólo me guíe por una sinopsis que prometía una historia de zombies en toda regla. Y en fin, tampoco es para tirar cohetes pero posee un argumento ideal que atrapará a los amantes del género.

La historia es muy visual, a mí me recordó al remake de 2004 de la película el “Amanecer de los muertos” entremezclada con la famosa serie “The Walking dead” que aún se sigue emitiendo en cuanto al espíritu costumbrista y superviviente que sufre todo humano que resiste a una invasión zombi. Aunque he de decir que los personajes no brillan por su profundidad o carisma y en ocasiones no comprenderemos algunas de las decisiones que tomen o simplemente le cojamos manía a más de uno. Tampoco introduce nuevos aspectos al género, en sí la estructura es sencilla pero quizá esa sencillez sea una virtud poco reconocida pues con ella consigue transmitir el caos y la desesperación vital que padecen los personajes ante situaciones límite logrando un thriller apocalíptico “adictivo”. La novela está narrada a tres voces: Scarlet, Nathan y Miranda. Scarlet es una madre divorciada que comienza su rutina diaria como si nada, dejando a sus dos hijas en casa de su ex sin saber que será la última vez que las verá. Luego está Nathan, un hombre que debe hacer frente al cuidado de Zoe, su pequeña tras el abandono de su mujer y que hará todo lo que sea necesario para protegerla. Por último encontramos a Miranda, una adolescente de dieciocho años que junto a su hermana y sus respectivos novios se disponen a salir de fin de semana sin saber que quedarán atrapados en medio del caos que se avecina. Los destinos de todos se entrecruzaran, ya que conocen de forma directa o indirecta que existe un rancho en Red Hill, el único refugio con todo lo necesario para sobrevivir: comida, armas y un toro que incluso les puede ayudar a acabar con los zombies que se acerquen allí…lo complicado es llegar allí sin morir en el intento.
La odisea comienza en el hospital -bastante típico, pero lógico, claro está- nadie sabe lo que está sucediendo, pero una extraña enfermedad está acabando rápidamente con la población. Varios focos de infección se suceden mientras que los primeros en abandonar la ciudad serán los que tengan todas las papeletas para escapar a este holocausto. También explica cómo las autoridades no son capaces de contener esta epidemia e incluso los militares o bandas callejeras disparan a todo ser viviente o no muerto. El caos se va apoderado de todo, sin que nadie pueda hacer nada más que lanzarse a la carrera por la vida. Mientras cada uno de los personajes va avanzando hacia el refugio de la colina, iremos conociendo distintos aspectos de su vida personal y cuando todos se junten para defender el rancho será cuando acontezcamos a la parte más floja de la novela. Digamos que se debaten entre dilemas morales y algunos sin sentidos que nos gustarán o no dependiendo de nuestra mentalidad. Por ejemplo, no entendí por qué Nathan está tan obsesionado con cuidar de su hija que apenas interviene en la protección de sus nuevos compañeros a pesar de sentir algo por Scarlet; ni de cómo ésta es capaz de mantener la esperanza de que sus hijas siguen vivas y sabrán llegar allí, además de organizar batidas que ponen en riesgo al grupo. Tampoco porqué Miranda, que al principio parece otra guerrera comienza a decaer concentrándose en banalidades que no hacen justicia a lo que pudo haber sido… Pero encontramos puntos fuertes cómo una ambientación lograda, situaciones límite, tensión, suspense y algunos sustos que nos devuelven de repente a la acción junto a muertes del todo inesperadas; justo al final, cuando pensábamos que nuestra autora ya no podía regalarnos más sangre y mordiscos, consigue que el lector viva con angustia el funesto periplo de cada uno de los personajes.
Sin duda un libro que aunque no brille por su originalidad, es fresco y recomendable para pasar una tarde-noche de miedo.

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