Chispas de Luis Goytisolo.
por Rubén Olivares
“…En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo…”
Ramón María del Valle-Inclán
Este libro es una radiografía subterránea de la situación actual de España. Olvidemos las encuestas del CIS, la polémica sobre lo “cocinado” o no de sus resultados, omitamos las opiniones de los tertulianos que, cada mañana y a la hora de comer, inoculan sus ideas con la esperanza de modelar nuestra opinión. No hagan caso a las ruedas de prensa del gobierno ni de la oposición. Si quieren conocer la situación actual de España, sólo tienen que acudir a la nueva obra de Luis Goytisolo, Chispas, una disección del estado actual de opinión del español medio. En ella caben todos los temas que preocupan al pueblo español: la diversión, el sexo y el dinero. Por sus páginas desfila un carnaval de personajes con los que es mejor no sentirse identificados, aunque podríamos asociarlos con algún conocido que acodado en la barra de un bar sentencia y sienta cátedra sobre los problemas cotidianos.
La realidad actual de la sociedad española está recogida en las 136 páginas de Chispas, condensada en un conjunto de píldoras que reflejan con pasmosa realidad la actualidad de España. Hay en esta obra humor, sexo e ironía, pero sobre todo lucidez, una mirada particular de ver la vida desde una óptica pesimista que permite a Goytisolo expresar sin tapujos, lo absurdo de los problemas cotidianos con los que lidiamos y la simplicidad y vacuidad de los intereses que nos impulsan a diario, todo ello pasado por el tamiz de una forma peculiar de entender el humor, que invito a descubrir al lector.
Aunque pueden parecer conversaciones de bar, ese tipo de charlas informales y en apariencia sin trascendencia que escuchamos en el transporte público o que comentan dos pacientes en la sala de espera del médico, lo cierto es que Chispas no es un libro fácil, aunque se lee de un tirón. Estamos ante historias de un mundo, una sociedad actual que está muerta, cuyos intereses se mueven por valores vacíos, carentes de referentes morales que se ven reforzados por los personajes que Goytisolo crea y por el contexto en el que se mueven (gimnasios, barras de bar, halls de un hotel, etc.), seres que parece fabricados en serie, hijos de la postmodernidad que revisten su falta de referentes con una pátina de moda y actualidad, cretinos modernos que buscan desesperadamente una tabla con la que escapar del mar de mediocridad y sinrazón en la que nos movemos. Sobre este conjunto de narraciones el lector deberá hacer el esfuerzo de ser capaz de construir su propia intrahistoria, de hilar este conjunto de relatos sin aparente relación entre sí. Como un plato agridulce, Goytisolo nos alterna relatos con un alto contenido de ironía con otros con un trasfondo más trágico, pues, al fin y al cabo, la realidad actual es triste, esperpéntica.
Los desayunos en un hotel, la burocracia y sus absurdas normas, la búsqueda desesperada de respuestas y sentido de una sociedad que vive enganchada a antidepresivos, ansiolíticos y libros de autoayuda, la vida conjunta de las parejas y sus crisis, las dietas en busca de la perfección, la omnipresencia del móvil y su dominio sobre nuestras vidas, son muy diversos los temas que se cruzan en estas páginas, donde también hay espacio para la dependencia e idiotización que vivimos con Internet. Retazos de la vida cotidiana en la que nos movemos y en la que, como un pez en el agua, a menudo no somos capaces de ver lo que nos rodea. Como bien dice Goytisolo al final del libro: «El mundo ha pasado por épocas peores; tan boba como esta, nunca».
