EL MAPA DEL FIN DEL MUNDO de Ignasi Serrahima
por José Luis Sola Marín
.En determinados círculos se tiende a simplificar las relaciones internacionales a la gran amistad entre los líderes políticos de los diferentes países cuando en realidad se debería de hablar, sin ningún tipo de tapujos, de intereses geostratégicos y comerciales.
Desde la caída del Muro de Berlín, la preeminencia de dos bloques ha dejado paso a la omnipresencia de EEUU, sin embargo, el desarrollo de diferentes potencias como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han permitido un leve cambio en el panorama internacional produciéndose de facto un cambio en el paradigma de las relaciones internacionales y económicas hacia la multipolaridad puesto que las instituciones surgidas tras la II Guerra Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) no han servido para representar las nuevas demandas de estos países, creando nuevas organizaciones paralelas como el New Developement Bank o la Unión Euroasíatica.
Pero estas luchas no son algo del mundo contemporáeno, ya en el Renacimiento, las grandes potencias como Portugal y el Reino de Castilla-Aragón se disputaban la hegemonía de la Ruta de las Especias y es que el hallazgo del genovés Cristobal Colón, puso en jaque a más de uno y es que el descubrimiento del nuevo mundo hizo que se tambalearan los cimientos de algunos reinos, desarrollándose los sistemas de espionaje y contraespionaje, de traiciones y de trampas de las grandes potencias a las que hay que añadir la intervención/mediación de una institución cuyo poder todavía sigue vigente, la Iglesia, y que veía la oportunidad de poder obtener más fieles para la causa y sacar algún rendimiento político y económico, por supuesto.
Lejos de las batallas históricas, el Mapa del fin del Mundo refleja las vivencias del capitán Juan Sebastián Elcano y de todas las vicisitudes por los que tuvo que pasar hasta convertirse en el mejor marinero, leal, trabajador y tenaz, cualidades que le capacitaron para tomar las riendas tras el descontrol y poder dar la primera vuelta al mundo (sin los medios modernos con los que se cuentan ahora) en un periodo en el que todavía se discutía sobre si la tierra era plana o esférica y el desconocimiento de los pueblos indígenas era en sí un peligro.
Una vez de vuelta, la Monarquía le agradeció los servicios prestados y le premió con un sueldo vitalicio de jamás cobró y, además, le obligaron a partir de nuevo en una expedición de la que nunca volvió.
El mapa del fin del mundo es una obra de Ignasi Serrahima, consultor financiero que compagina su vida profesional con la escritura y que recoge una trama de espionaje y contraespionaje entre España y Portugal para boicotear el éxito de la expedición de Magallanes, una verdadera historia con la que reflejar el 500 aniversario de la Primera Vuelta al Mundo y donde ciudades como Sevilla tienen una gran importancia.