MÚSICA DE LUZ, VIDA DE SOMBRAS de Guillermo Alonso y Carla Fuentes.
por Ana Olivares
«Música de Luz, vida meteórica».
En esta ocasión os traemos una novela gráfica y biográfica del rey del Pop, Michael Jackson. Tan sólo el título resume a la perfección lo que fue su trayectoria vital por este oscuro mundo repleto de odio, mentira y envidia. Pensaba que no iba a abordar el tema que marcó la carrera de este gran artista pero nada más comenzar la primera página nos habla del año 1993, cuando fue acusado de abusar de un niño. Nadie podía comprender cómo un ser que amaba a los niños y utilizaba gran parte de su capital en ofrecerles lugares de juego y oportunidades fuese acusado de ese terrible acto. No hubo juicio, se solucionó con una compensación económica, lo que quizá contribuyó a la controversia social.
En 2003 las acusaciones se repitieron, sí hubo juicio y fue declarado inocente, porque las pruebas eran inexistentes o no se sostenían.
Pero la sombra de la duda ya siempre planearía sobre su persona, sobre todo gracias al interminable juicio que hubo en 2005. Imagino que a algunos les resultará difícil creer en su inocencia ante tanta ambigüedad; pero se trata de una elección que no debería afectar al legado artístico que nos regaló este genio musical.
Durante su infancia, Michael sí sufrió abusos físicos y psicológicos por parte de su padre. Con seis años se convirtió en el vocalista principal de The Jackson 5, donde junto a sus hermanos inició esa carrera meteórica hacia él éxito. Fue privado de esa etapa mágica de la vida por lo que quiso mantener esa ingenuidad viva por medio de excéntricas obras filantrópicas.
Se convirtió en Willy Wonka con su fábrica de chocolate, pero olvidó que la codicia humana siempre lo perseguiría. Michael Jackson nació con talento, en Indiana y su madre fue un gran pilar. Era tan bueno que se convirtió en la estrella del grupo cosechando un éxito tras otro mientras grababan, ensayaban y actuaban, no había tiempo para nada más.
En 1971 -él tenía nueve años- publicaron un libro sobre sus vidas, acudieron como invitados estrella al programa de Diana Ross y se estrenó una serie de dibujos animados basada en su vida. Entre 1972 y 1975 Michael Jackson publicó cuatro discos individuales y cinco más con The Jackson 5.
Fue en 1978 cuando decidió volar en solitario y Quincy Jones se convirtió en su productor musical. Off the Wall brilló en todo su esplendor adoptando su nueva imagen que marcaría su etapa adulta y libre- esmoquin, camisa y pajarita-. El disco se publicó en 1979 y llegó al número uno en Estados Unidos y fue nominado a un Grammy.
Pero el paso de estrella del Pop a leyenda lo dio con Thriller en 1982; que arrasó en 1983 y cambió las reglas de toda la industria musical al grabar el primer videoclip de 14 minutos de duración. Arrasó en ventas y fascinó al Mundo. Fue un disco lleno de éxitos que marcó su nuevo estilo, icónico guante blanco o chaqueta militar; inventó o hizo suyo el mooonwalk, esos característicos pasos de baile que paralizaron al mundo en un especial televisivo Motown 25.
En 1984 rompió todos los records al ganar ocho premios Grammy por Thriller. En 1985 publicó We Are the World, donando todo a la lucha contra el hambre en África; además de convertirse en un mensaje contra el racismo y las desigualdades sociales. Necesitaríamos muchas páginas para hablar de su vida, lo dejamos aquí.
Esta novela gráfica sobre Michael Jackson es dura y bonita a la vez, como la vida. Las ilustraciones de Carla Fuentes acompañan un texto desgarrador, que a su vez alienta la magia que nos dejó este genio musical. Pero la duda de si podemos separar al artista del hombre es permanente. Eso nos dejará muy tristes.
Personalmente su lectura me dejó de mal humor resistiéndome a la abominable idea de que un ser con tanta luz pudiese convertirse en un criminal. Además, creo que sus autores podían haberse ahorrado las sentencias finales, porque condicionan al lector y porque nadie debe justificarse por invitar a conocer la obra de uno de los grandes artistas musicales del siglo XX.
No olvidemos a Michael Jackson, el Rey del Pop. Creativo, excéntrico, talentoso, sensible, introvertido, único en sí mismo. Cantaba, componía, creaba, bailaba, inventaba, visionaba mejor que nadie, tanto que no parecía de este mundo. Todos querían tocarlo, tener un trozo de él y esta misma fascinación que generaba a su alrededor y en todo el mundo también se convirtió en su condena. Fue y será un individuo irrepetible y sólo por eso merecerá la pena mantener vivo su recuerdo.