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Pilar Oliver Juan debuta con su exposición “(des)unión en L’Escorxador.

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por Sandro Maciá

Pilar Oliver Juan: “(des)unión”, es un recorrido por la evolución del corazón, desde que se rompe hasta que florece”

Este mes de diciembre va a tocarnos el corazón. Al menos, a todos aquellos que decidan acercarse a la sala de exposiciones Lanart del Centro Cultural L’Escorxador (Elche), desde el día 13 y hasta el próximo 12 de enero, para presenciar cómo las paredes blancas del intimista y bonito lugar -por el que han pasado no pocos artistas plásticos y visuales del panorama local, provincial y nacional- sacrificarán su plana desnudez en pro de albergar las texturas y colores de los corazones que dan forma a las obras de “(des)unión”, la primera exposición de pintura de la artista plástica ilicitana Pilar Oliver Juan. Una cita con el arte que, en palabras de su propia autora, logrará llevarnos a hacer “un recorrido por la evolución que sufre el corazón desde el momento en el que se rompe por algún motivo, bien sea una ruptura sentimental o de cualquier otro tipo, hasta que florece y cura sus heridas”.

Y no lo dudamos, porque así nos lo ha contado durante la entretenida charla que hemos mantenido con esta joven, una creadora nata que se define modestamente “como una persona a la que le encanta la pintura pero no se dedica profesionalmente a ello”, sino que “empecé a pintar cuando, hace unos tres años, sentí la necesidad de expresar toda la vorágine de sentimientos que estaba experimentando en un momento concreto de mi vida”.

Definición, esta, que tomamaos como punto de partida para proceder a descubrir de dónde viene su admiración por el susodicho órgano que sirve de hilo conductor a la exhibición, así como, entre otras muchas cosas, qué le llevó a alcanzar su inspiración en el mundo del arte.

Señoras y señores, llega “(des)unión, y así nos lo contó su atora.

Comencemos como se debe, de lo general a lo particular. O lo que es lo mismo, empecemos por hablar de “(des)unión”, tu “premiere”, con una pregunta tan obligada como necesaria: Una primera exposición, ¿motiva o impone?

Motiva mucho, porque no es una exposición buscada, sino que nace de una propuesta que me hicieron. Pero también impone, pues es la primera vez que expongo mis obras en una sala, y eso es muy distinto a la manera que tengo de mostrarlas en Facebook o Instagram. Quizás por eso, la balanza se inclina más hacia lo segundo: impone.

¿Y qué me dices del lugar escogido? ¿Por qué la conocida sala Lanart del Centro Cultural L’Escorxador?

Fue una propuesta del propio director del Escorxador tras fijarse en las obras que publicaba en mi cuenta de instagram. Por eso se desarrollará en dicho centro, donde siempre se realizan actividades bastante chulas, como: conciertos, teatros, exposiciones artísticas en general…

Por lo que deduzco que esta exposición va en la línea de todo lo que se programa en el citado centro…

Sí, así es. La exposición encaja en esa filosofía del centro basada en la promoción de artistas ilicitanos jóvenes y emergentes que quieran -o queramos- exponer su arte.

Sin embargo, pese a la juventud de la que hablas, el título de la exposición llama la atención por su significante, con paréntesis incluido. Pero, ¿qué pasa con el significado? ¿Qué es “(des)unión?

“(des)unión”, escrito así, como dices, con un paréntesis separador para hacer un juego de palabras, es un reflejo del poder que tiene el corazón para unir y desunir, a su antojo, a las personas, a sus sentimientos, etc.

¿Qué encontraremos en “(des)unión? ¿En qué consistirá?

El visitante se encontrará con un recorrido por la evolución que sufre el corazón desde el momento en el que se rompe por algún motivo, bien sea una ruptura sentimental o de cualquier otro tipo, hasta que florece y cura sus heridas. Un proceso donde también se podrán apreciar esas uniones y desuniones que sufren las personas cuando, separadas por por el motivo que sea, no superan sus “muros” ni se perdonan, permaneciendo unidos por los sentimientos que albergan en el fondo de sus corazones, pero sin que su relación llegue a ser como era.

Y que el corazón de tanto de sí en tu exposición, ¿se debe a que para ti este órgano es simplemente una forma de inspiración o a que el tuyo ha vivido mucho?

Ambas cosas. A mí, el corazón, es algo que siempre me ha llamado la atención, desde pequeña. Además creo que, para la edad que tengo, mi corazón ha vivido demasiado. Y entre eso y que soy una una persona bastante impulsiva y que se suele guiar más por los sentimientos del corazón que por la mente, es lo que me lleva a inspirarme con todo lo que tenga que ver con el corazón, por encima de otras cosas.

Entonces, en “(des)unión”, ¿veremos un mismo corazón que pasa por varias fases o distintos corazones que pasan por diferentes procesos?

Varios corazones. Lo que da forma a “(des)unión” son varios corazones, de diferentes personas y en diferentes estados. Tenemos a los corazones de esas personas que tienen un vínculo que les une pero que, por algún motivo, no terminan de fraguar su unión; el corazón que se rompe y evoluciona, como puede haber sido el mío; o el corazón que empieza a deteriorarse y a fallar por motivos físicos, como el paso de los años, una enfermedad…

¿Qué técnicas has usado para dar forma a las obras de la expo?

Principalmente acrílico sobre lienzo, pero también he usado materiales como el cartón, el papel, arena, cuerdas, ramas de árbol…

¿Hay alguna otra técnica que uses habitualmente y, sin embargo, no esté presente en las obras expuestas?

Las técnicas principales a través de las que creo mis obras pueden verse en “(des)unión”, pero es verdad que, aunque no esté presente en la exposición, también me gusta usar óleo y, a veces, yeso, que es un material que me sirve para dar volumen y esculpir sobre el lienzo.

Con todo esto, ¿te consideras artista plástica en función de las técnicas que usas y el arte que creas?

Sí, entendiendo la idea de artista plástica como aquella persona que usa muchos materiales para plasmar sus ideas y expresarlas, sencillamente.

Y puestos a explorar otro campo de las artes visuales, ¿te atreverías a dar el salto y experimentar con otro tipo de soportes y técnicas fuera de lo meramente plástico, como es el caso del video o las instalaciones electrónicas, por ejemplo?

Bueno… a mi me encanta la fotografía, por ejemplo. Pero el video como técnica no es algo que me plantee, porque me llevo muy mal con la electrónica y los aparatos. A veces, parezco de otra época (risas).

¿Qué inspira a Pilar Oliver Juan a la hora de pintar?

Suelo inspirarme en los sentimientos del momento, así como en los viajes que hago. Para mí, la pintura es una vía de escape para expresar muchas cosas que no soy capaz de transmitir de otra manera. A mí me cuesta mucho, por ejemplo, sentarme con un amigo a contarle qué me pasa. Tendría que estar casi a punto de “explotar” para hacerlo. Pero con la pintura es algo que me sale de forma natural, es una forma de desahogo. Cuando pinto, tengo la sensación de estar contándole a todo el mundo qué siento. Expresarme así me relaja.

¿Y de dónde viene esta pasión por la pintura como forma de expresión?

Es heredada, sin duda. Mi madre pintaba y, aunque murió cuando yo era pequeña, mi pasión por el arte viene de verla pintar, de acompañarla a exposiciones, de ir con ella a los talleres de Sixto Marco y de Ulises Blanco… Era increíble ver cómo trabajaban en esos lugares llenos de materiales donde creaban sus obras, a veces gigantescas, como las que también hacía Albert Agulló. Mi madre me transmitía esa pasión que ella tenía por la pintura e incluso creo que ella tenía una sensación muy parecida a lo que yo experimento cuando pinto.

A lo loco. Un deseo. ¿Dónde te gustaría exponer, por real o irreal que pueda parecer?

Me gustaría exponer en el Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés, que fue el primer museo de arte contemporáneo que hicieron en España y alberga obras de los grandes artistas de este género. De hecho, una de ellas, María Dolores Mulá, ha expuesto allí hace muy poco.

¿Cómo te gustaría que fuese recordado tu arte?

Como un arte profundo y desgarrador. Un arte que llegue a todo el mundo y en el que todos puedan verse inmersos para llegar a sentir, aunque sea un poquito, lo que yo he sentido haciendo cada obra.

¿Y cómo debe ser el arte para que tú lo recuerdes siempre?

Impactante. Debe jugar con los colores de una manera increíble. Tiene que ser un tipo de arte que tenga texturas, que pueda transmitir y atrape hasta hacerte sentir dentro.

Una obra que te guste sería…

Un cuadro que siempre me ha encantado es La Danza, de Henri Matisse. Me hipnotiza.

Ese artista al que admiras es…

Maria Dolores Mulá. Me encanta todo lo que hace y, en el momento en el que decidí que quería pintar un poco más en serio, contacté con ella para dar el paso. A partir de ahí, he descubierto que es una mujer digna de admirar. No sólo por su arte, sino por muchas otras cosas.

Un lugar para disfrutar del arte, según tú, es…

El museo Pompidou de París. Allí disfruté mucho. He estado en otros museos, como el Tate Modern de Londres, por ejemplo, pero el arte del Pompidou me fascinó.

Un consejo para aquellos que sienten la necesidad de hacer arte y no se atreven.

Que tengan claro que el arte lo lleva cada uno en su interior y no hay que tomarlo como algo estandarizado o que deba ser considerado como bueno o malo. Hay que lanzarse, mancharse las manos y probar. Experimentar y expresar lo que te de la gana. El arte es para disfrutarlo haciéndolo, no sólo viéndolo.

Y aquellos que quieran seguirte la pista más allá de la expo, ¿dónde pueden encontrarte?

Pueden hacerlo en la cuenta @karibu_project de Instagram o buscando en Facebook “Karibu Project”, que es el nombre que me identifica a mi y a mi proyecto artístico, concebido como una forma de poder hacer “arte para decorar, regalar y recordar”.

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