Tu maldita voz en mi memoria de María Estévez.
por Vanessa Díez
La memoria va tomando forma con la distancia y el tiempo. Cada vez las cosas tienen menos importancia, tan sólo recordamos los buenos momentos. Si no para qué brindar por los viejos tiempos. Y si hubo enfrentamiento lo dejamos correr, si fue con un familiar cercano con más motivo, y si ya no está entre nosotros ni se comenta siquiera. Llega un punto en que la memoria es lo único que nos queda. Nuestro pasado se representa, lo bueno y lo malo, lo que hubiéramos hecho de otra forma, lo que añoramos y también por qué no decirlo aquello de lo que nos arrepentimos aunque en aquel instante nos pareció inevitable.
María Estévez en “Tu maldita voz en mi memoria” nos enfrenta a dos hermanas, Isabel y Fátima, por culpa de una valiosa joya que su padre dejó en sus manos antes de salir huyendo. El diamante escondido será un secreto a guardar que les saldrá caro a ambas. Niñas criadas entre algodones en Málaga, hijas de español e inglesa adinerada, no eran conscientes de la situación de penuria que había a su alrededor. Los negocios del padre son desconocidos para las mujeres de la casa pero en la zona existen rumores de que no anda en buenos pasos.
Abandonadas por el padre en Londres se marchan a Cirencester, el pueblo de su abuela materna, las circunstancias obligan a Isabel a tomar decisiones apresuradas, aceptando en matrimonio a un socio de su padre sin amarlo, pero él seguramente tan sólo busca obtener el diamante. Desde el principio es un matrimonio abocado al fracaso y a provocar la infelicidad de Isabel. Juntos parten a Málaga para intentar vender parte de las posesiones de la familia y solucionar la delicada situación económica, pero la guerra interfiere sus planes. La ciudad es bombardeada e Isabel se implica en ayudar a la gente. Así termina en Tánger sin su marido, pero con otro hombre, Daniel, del cual se enamora, será el amor de su vida.
Su padre había huido a Estados Unidos y termina trabajando para un mafioso. Daniel se convierte en espía para los ingleses. E Isabel conquista al hijo de la señora adinerada de Málaga que le hizo la vida imposible a su abuela Fátima. Además Isabel también le ocultará a Daniel que llegado el reencuentro con su padre en Tánger le ayudará en sus propósitos.
Su hermana Fátima se irá con su madre a Estados Unidos en búsqueda de su padre. Ante la segunda partida del padre será la madre quien se vengará de él y desaparecerá. Ante esto Fátima se encuentra sola y desamparada, enfrentándose a la miseria, pero terminará rehaciéndose a si misma y convirtiéndose en otra completamente distinta. Una mujer que no dependerá de nadie y a la que no importará llegar hasta las últimas consecuencias.
Este agosto de novelas históricas puedo decir que “Tu maldita voz en mi memoria” ha sido una lectura trepidante. La autora te adentra en la trama de sus decorados para qué queramos saber cómo termina la tragedia de esta época tan convulsa. Nos movemos entre Málaga, Londres, Tánger y Nueva York entre la guerra civil, la segunda guerra mundial y los años posteriores. Imaginad espías de cada bando en aquel Tánger cosmopolita en el que tanto ingleses como alemanes y españoles adinerados vivían alejados del peligro real de la contienda, pero que obtenían valiosa información para conseguir ladear la balanza algo más.