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La luz impronunciable de Ernesto Kavi

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por Eduardo Boix

Estamos confinados, es un hecho. Permanecemos recluidos amenazados por un virus letal, del que dicen, acabaremos todos infectados. Me siento como el protagonista de alguna película mala de Antena 3. Tiempos oscuros se acontecen. Nos queda la literatura, para alimentarnos de algo de luz, que es definitiva lo que ansiamos. Si salimos de esta, que saldremos, pienso viajar a algún país de oriente, tomar té mientras escribo Haikus y disfrutar de la gastronomía japonesa. Lo haré, sin duda. Es una deuda pendiente. Un compromiso.

La luz impronunciable de Ernesto Kavi editada por Sexto Piso, es un libro luminoso dentro de un periodo de oscuridad. Una obra mística dividida en doce cantos y una coda. Una delicia a los sentidos, Kavi bebe del sufismo, del orientalismo y de esa mística Europea. Siento a San Juan de la Cruz en su verso, también a Ben Arabi. Trata temas tan universales como el amor o su falta, el miedo, la muerte. Temas sin duda, que a todos nos hacen reflexionar. Llevamos tan dentro la luz, que la oscuridad no encuentra su espacio. Un mundo de imágenes es la poesía de Kavi, de sensaciones que transitan entre esos temas comunes a todo ser humano. La experiencia de la vida interior y exterior se cruza en los versos de este poemario. Es tan difícil nombrar una caricia. Poner palabras al abrazo, al beso. Sentir como brota la voz entre unas sábanas. Cuando dos duermen juntos/ no hay invierno,/pero ¿qué calor/ para quien duerme solo? Estos versos cierran el séptimo canto y para mi es la esencia del libro. ¿Dónde reside el calor en la soledad? No lo hay, no lo busquen, no somos conscientes de lo privilegiados que somos ante tal contacto humano. Vivo sin vivir en mí, anunciaba Santa Teresa. Kavi tampoco vive, todo es un recuerdo. Lo que fue no volverá por mucho que lo añore. El misticismo, en la poesía, es un recurso tan lleno de fuerza, tan cargado de imágenes que podríamos decir, es la gran obra de la poesía universal. Es más, me aventuro a decir, que casi todo tiene algo místico. ¿Existe algo más universal que la búsqueda del amor? ¿No es trascendente amar?

La luz impronunciable de Ernesto Kavi transita en su interior, que posiblemente sea el de todos. La trascendencia es la clave en cada verso del poeta Mexicano. El amor o su falta, es el tema central de esta obra cuya poética es la luz que se apaga, como se apagan las velas y las relaciones. A veces, rememoramos la llama que hubo de ser encendida y recordamos viendo la mecha negra, quebrada. Kavi sabe expresar muy bien esa sensación de derrota, la dicha que fue y no volverá. La soledad y el silencio, quedan en el final de la relación. Kavi reflexiona e interioriza todo para darle forma con palabras. Para nombrar al dolor y sentirlo. Porque de eso se trata, de darle voz a lo de dentro y que no engangrene.

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