CHICA UNO de Abigail Dean. 

Perfil psicológico de una superviviente. 

En esta ocasión os presentamos un thriller psicológico repleto de carga emocional y pesquisas que nos acercarán poco a poco al desenlace en la historia de terror acontecida por su protagonista en la infancia. Todo comienza con la Chica Uno, encargada del testamento de su madre, muerta en la cárcel, tras años sin mantener el contacto con ella. Tiene que pasar el mal trago de ir a hablar con sus hermanos, uno a uno, acerca de este asunto, que se vuelve peliagudo al tratarse de víctimas que sufrieron maltrato y abusos desde pequeños. Ya es su etapa adulta, conoceremos a través de las impresiones de nuestra protagonista sus periplos vitales, qué fue y ha sido de ellos durante todos estos años, y aunque ya liberados de su cautiverio, los barrotes de esa cárcel invisible siguen alzados en cada uno de los casos. Sobre todo porque la prensa siempre saca a relucir su caso: la casa de los horrores.

He de advertir que la historia se centrará más en los propios pensamientos y sensaciones de nuestra protagonista, que irá dando saltos al pasado en escenas escabrosas que nos aclararán algo del origen de sus males. Pero más que adentrarse en el calvario que vivieron – quizá esta parte es la que me ha defraudado, ya que normalmente el morbo de este tipo de novelas reside precisamente en esto- se basa en las decisiones de nuestra protagonista, que debe lidiar con sus sentimientos a la vez que va “entrevistándose” con cada uno de sus hermanos para ir conociendo sus trayectorias vitales. Cada capítulo lo iniciará uno de ellos, desde Chica Uno, Chico Uno, hasta llegar al seis…

Otro punto que no me ha gustado nada es el ritmo. Demasiado pausado incluso en momentos que no requieren pausa, quizá también para enfatizar la carga emocional. Pero no ha sido mi caso ya que no me he sentido identificada con ninguno de los personajes, pues estos estaban poco caracterizados. Con Ethan, el hermano mayor, más de lo mismo, no se aclara si finalmente fue más verdugo que víctima, ya que nuestra protagonista no es capaz de hablar abiertamente con él desde el principio, y cuando las dudas la asaltan ya es casi al final de la historia y tras hablar con su hermana, nos deja aún con más interrogantes en el aire.

Quizá el objetivo de su autora era que cada uno extrajésemos nuestras propias conclusiones como lectores, pero parece más un relato o biografía de una mujer que fue maltratada por sus padres de pequeña que una novela negra o de suspense. Yo al menos no le he encontrado el aliciente necesario para que me enganchase de verdad, y es una lástima, ya que tenía bastantes expectativas de esta lectura. Ese ha sido mi error, mantener una idea equivocada, ya que este thriller psicológico se parece más a un relato superfluo de un superviviente… ¿Cuántas veces han titulado en todo el mundo un caso de maltrato infantil titulado la casa de los horrores? Por desgracia tantas veces que es imposible distinguir dichos casos y sin embargo, que todos se concentren en este. Lo original es que no hablamos de abuso sexual infantil, más bien físico y de verse privados de libertad debido a los trastornos psicológicos de sus padres unidos a un fervor religioso enfermizo. A su autora no le ha hecho falta ser demasiado escabrosa en cuanto a las descripciones para provocar el mismo impacto en el lector; que quiere saber ávido de acontecimientos entre saltos al pasado que supondrán asomarse al abismo interior de cada uno de los hermanos, incluso de quien no logró sobrevivir a esta tragedia sin sentido. Centrándose siempre en los diferentes traumas y problemas derivados de esta atroz experiencia, por lo que el suspense se vuelve a perder entre la psicología de los personajes, pese a que son algo oníricos y poco palpables a su vez.

En definitiva, se trata de un relato de ficción que bien podría ser real, centrado en la psicología de nuestra Chica Uno y en cómo ha gestionado todo ello hasta convertirse en una mujer adulta, independiente y capaz de enfrentarse a sus demonios.