Os vigila de Amelia de Dios Romero.
por Lara Vesga
Ha transcurrido ya un año desde la muerte de su marido Guillermo y Olivia por fin ha reunido fuerzas para volver al caserón que ambos estaban restaurando en Caberu, una aldea remota de las montañas asturianas de donde eran parte de los antepasados de su esposo.
Con la única compañía de su gato Klaus, el viaje no empieza nada bien. El coche da continuos y raros fallos pese a ser nuevo y al llegar a Asturias se suceden una serie de fenómenos paranormales por los que Olivia llega a cuestionarse su propia salud mental: ventanas y puertas que se abren y se cierran, objetos que se mueven, y mensajes y advertencias de su difunto marido durante las horas de sueño. La mujer acaba por convencerse de que el retorno a la casa le está removiendo los recuerdos y afectando demasiado, por lo que se dispone a acelerar el proceso de adecentarla para poder ponerla en venta y deshacerse de ella cuanto antes, y con ello pasar página de una vez por todas. Es entonces cuando Olivia conoce a Jaime, Lea y Mateo, un padre y sus dos hijos, quienes están pasando unos días de vacaciones en la zona y que le ayudarán a sobrellevar los extraños días que está viviendo en Asturias, aunque puede que al final los extraordinarios acontecimientos les salpiquen a todos ellos y haya algo o alguien al acecho, vigilándoles.
Amelia de Dios Romero, nacida en Madrid, nos zambulle con «Os vigila» en un thriller psicológico brutal que hace rebrotar los miedos instalados desde la niñez en casi cualquier ser humano. El lector recorrerá las páginas en un estado permanente de inquietud y nerviosismo desde el principio hasta el punto y final de una novela que no en vano ha sido galardonada con el Premio Mont Marçal 2021.
Al contrario que en otros thrillers, en «Os vigila» los lectores sabremos desde bien pronto quién acecha, y ese precisamente será el gran acierto de la novela, ya que querremos avisar a Olivia y sus amigos de lo que se les viene encima, y por momentos querremos tirarnos de los pelos, pero tan solo asistiremos con impotencia al devenir de una historia con unos giros y un final de infarto.