UA101349465-1

Seis Cuatro de Hideo Yokoyama. 

k

por Susana Flores García

veces , el presente, nos conduce al pasado de forma inevitable.

Hoy os traemos un thriller policial. Una historia oscura donde la tradición, las jerarquías y las decisiones son cruciales para todos.

En mil novecientos ochenta y nueve en la ciudad de Tokio, Shoko Amamiya es secuestrada y a pesar de que la familia de la niña y la policía ha hecho todo lo que los secuestradores han pedido, Shoko aparece muerta. Varios años después, cuando el caso seis cuatro está a punto de prescribir, el antiguo comisario Yoshinobu Mikami encuentra por casualidad nuevas pruebas determinantes para atrapar al asesino de la pequeña Shoko.

Mikami es relegado como jefe de prensa de la policía y decide investigar por su cuenta consiguiendo con su empeño que las autoridades gubernamentales vuelvan a ponerlo sobre la mesa. Muchas irregularidades, pruebas que no habían salido a la luz e incongruencias que lo ponen en alerta, teniendo claro que la actual desaparición de su hija y el antiguo secuestro de Shoko guardan relación.

Dentro de esta elaborada trama no sólo vamos a ver como Mikami busca esclarecer la verdad por todos los medios; también conoceremos la difícil situación por la que atraviesa su matrimonio. Por si fuera poco, el secuestro de su hija ha provocado un efecto devastador en él, a veces no sabe cómo seguir, pero saca fuerzas de dónde no las hay.

Como buen thriller, la novela nos mantiene en tensión y nos hace quedarnos pegados a sus páginas para descubrir las respuestas que el anterior comisario se hace a lo largo de la historia. Nos adentraremos en profundidad en el caos de la policía de Japón, la corrupción, las complejas relaciones entre los dos departamentos: Investigaciones criminales y Asuntos administrativos; y los intereses que circulan en los cuerpos de policía de la ciudad. Además, nos permitirá acercarnos a la cultura y tradición japonesa, un punto muy interesante y necesario para poder conocer mejor las acciones y pensamientos que mueven a todos los personajes. En contra de lo que en un principio pueda parecer, el secuestro de las niñas queda en un segundo plano conforme avanza la novela. La trama termina centrándose en los problemas y las discrepancias entre los cuerpos de policía, así como en la política que rige el país, convirtiéndose además en una especie de denuncia social contra el propio sistema.

En lo personal, este giro ha hecho que el libro no me haya terminado de convencer y esto ha hecho que el ritmo de lectura haya pasado de ser muy ligero y ameno a uno bastante más lento y soporífero. Pero como siempre, Hideo Yokoyama consigue un final inesperado y brutal para que el último tramo de su historia sea perfecto y consiga dejarte con ganas de mucho más.

Sin duda dos caras muy diferentes en una misma novela: la pesadilla que unos padres no pueden soportar y la decepción de un inspector que siempre ha tenido claros sus principios.

 

Seis cuatro