Empezamos por el final de Chris Whitaker.
por Lara Vesga
La infancia nos marca para siempre y la de Duchess Day Radley, de trece años, y su hermano pequeño Robin no ha sido nada fácil. Para empezar, siempre han vivido bajo los terribles efectos de una muerte que tuvo lugar mucho antes de que ellos nacieran. No conocen a sus respectivos padres, y su madre es una mujer incapaz de cuidarse a sí misma y mucho menos de sus hijos.
Por todo ello, harta de las injusticias que se cometen día a día a su alrededor y cansada de ver a su progenitora caer por el abismo más profundo mientras ella tiene que ejercer de madre precoz con su hermano, Duchess se autoproclama forajida y está dispuesta a hacer frente al mal amparada por el descubrimiento de un antepasado remoto que también lo fue, y cuyo legado quiere recoger y continuar la niña.
A su vez, Walk, el jefe de policía de Cape Haven, la pequeña ciudad costera de California donde se desarrolla la trama, lidia como puede con la noticia del regreso de Vincent King al pueblo después de treinta años en prisión acusado de haber matado a la tía de los niños cuando esta era tan solo una niña. Y es que Vincent era su mejor amigo de la infancia y fue el propio Walk quien propició que fuera detenido y encarcelado. El londinense Chris Whitaker ha escrito la que ya es considerada como una de las mejores novelas de 2021 por la crítica y los libreros de Reino Unido. «Empezamos
por el final» es una novela original y sorprendente, tierna y cruel a partes iguales y poblada por un espectro de personajes que nos calarán muy hondo. Es un thriller que nos mantendrá pegados a sus páginas, atentos a la eterna lucha del ser humano para distinguir el bien de mal, para alcanzar la redención y para encontrar un sentido a la vida. Aunque las situaciones que se narran son dramáticas, también hay lugar para el humor e incluso momentos en los que se atisba un pequeño destello de luz al final del túnel.
Duchess, la protagonista del libro, es de esos personajes literarios imposibles de olvidar, una niña rebelde con causa, de hecho montones de causas, con muchísima personalidad y carácter, deslenguada, cínica hasta el infinito, y dispuesta a meterle un tiro entre las cejas a cualquiera que se meta con su hermanito.