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La carta de William Somerset Maugham. 

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por Rubén Olivares

Su trayectoria literaria cubre casi seis décadas, cien relatos y más de veinte novelas, además de diversas obras de teatro. En la década de los 30 se le consideraba el escritor de novelas más popular y uno de los mejor pagados del mundo. Su estilo de vida bien podía haber sido escrito por él mismo, pues era un viajero enamorado de Oriente y poseía una lujosa mansión en la Côte d’Azur francesa.

En la época en la que los autores ingleses apostaban por la renovación del estilo literario anglosajón, Somerset Maughan siguió fiel al estilo clásico, ofreciendo al lector un relato tradicional, escrito con sencillez, precisión y claridad en el desarrollo de la historia. El estilo de Somerset Maughan se caracteriza por su naturalidad, su brillantez en el uso de la ironía y el atractivo que imprime en todas sus novelas el contexto exótico en el que se desarrollan, características que propiciaron que sus obras fueran llevadas al cine con notable éxito, entre ellas “La carta”, protagonizada por Bette Davis.

En sus obras siempre supo plasmar su particular visión del mundo, del cual “La carta” es un claro exponente. En ella nos veremos transportados hasta Singapur, donde conoceremos la historia de una atractiva y fría esposa de un acaudalado propietario de una plantación que mata a un hombre, aparentemente por que éste ha tratado de abusar de ella. Todo parece girar alrededor de un asunto de defensa propia, pero cuando va a ser juzgada y aparentemente lograr ser absuelta, dado que tanto su marido como su abogado confían en su inocencia y en que el jurado así lo vea, aparece en escena una vengativa mujer oriental que la chantajea con la existencia de una carta que la mujer había enviado al aparente agresor.

El esposo, amante fiel de su mujer, comprará la carta para librar a su mujer de la condena, lo que dará pie a que surja la verdad escondida tras el relato de su esposa: el aparente homicidio en defensa propia esconde una historia de traición e infidelidad. Destacan en esta historia la capacidad de Somerset Maughan para relatar desde la sencillez y la neutralidad hechos que más que por un cuento o relato breve podrían pasar por la crónica de una sórdida historia de traiciones e infidelidades plasmadas en periódico. “La carta” es un ejemplo de la visión que su autor tenía de la sociedad y las relaciones humanas: todo queda envuelto en convenciones sociales que ocultan la verdadera vida de sus personajes, supeditando las pasiones de éstos a lo que se espera que hagan de acuerdo a su posición social. El matrimonio acaba desembocando en aburrimiento y rutina y ante ello, la protagonista de “La carta” busca la compañía de un amante que la saque de su rutina, pero en una sociedad hipócrita, el verdadero amor se considera indecente. En las relaciones humanas descritas por Somerset Maughan, la crueldad parece inevitable. El egoísmo siempre encuentra excusas para justificarse y los personajes de Somerset Maughan no son ajenos a esta realidad, recurriendo al chantaje para obtener beneficios de una persona desesperada. En esta historia los sentimientos descritos son tan terribles como una tormenta, a la que nadie puede hacer frente y que arrastra con ella la vida de sus personajes.

La carta
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