La ciudad de los vivos de Nicola Lagioia.
por Lara Vesga
A primeros de marzo de 2016, en un apartamento a las afueras de Roma, dos jóvenes de buenas familias estuvieron varios días de fiesta, atiborrándose de alcohol, cocaína y pastillas. En el transcurso de esos días hicieron varios intentos de búsqueda de un tercer invitado en discordia, todos sin éxito o frustrados, hasta que por fin se animó a unirse Luca Varani, un joven de 23 años al que apenas conocían.
Manuel Foffo y Marco Prato, de 28 y 29 años, le ofrecieron a Varani drogas y dinero a cambio de sexo, pero todo se fue de madre cuando empezaron a torturarlo hasta terminar asesinándolo a cuchillazos y martillazos.
Nicola Lagioia (Bari, Italia, 1973), narra al más puro estilo de Truman Capote en A sangre fría uno de los sucesos más terribles de la crónica negra italiana. «La ciudad de los vivos» explora la vida, circunstancias, entorno y mentes de víctima y verdugos y es el resultado de cuatro años de un hondo trabajo de investigación y documentación de un caso que llegó a obsesionar al autor del libro y que tuvo una tremenda repercusión en Italia.
Lagioia habló con todos los implicados, con familiares, amigos y conocidos de los tres chicos e incluso llegó a cartearse con Manuel Foffo, uno de los culpables confesos. El escritor transitó la Roma más oscura y la novela no es sino el relato más descarnado de la naturaleza humana.
De todos modos, «La ciudad de los vivos» va más allá del suceso y explora la lucha de clases que representan los tres chicos. Luca era un joven buscavidas adoptado por una familia de vendedores ambulantes de la periferia. Manuel Foffo procede de una familia de comerciantes y Marco Prato, hijo de un profesor universitario muy vinculado a la vida cultural romana, era muy conocido al ser relaciones públicas en la noche gay romana.
Frustraciones, carencias afectivas, política, sexo, drogas, el papel de la prensa en los sucesos más truculentos, justicia y disección de la psique humana hacen de «La ciudad de los vivos» una narración redonda y perturbadora del lado más oscuro de las personas.
