Lo que saben las abejas, de P. L. Travers.
por Lara Vesga
Mitos, tradiciones, costumbres, cuentos de hadas y símbolos pueblan las páginas de «Lo que saben las abejas» un compendio del saber primordial desgranado, en su mayoría, a través de ensayos que se publicaron originalmente en los años setenta en la revista Parábola.
Su autora es P. L. Travers (Australia, 1899 – Londres, 1996), la creadora de la inolvidable Mary Poppins, una profunda conocedora y estudiosa de los mitos y simbolismo de los cuentos y una experta en buscar las conexiones entre unos y otros y en exprimirles el sentido y el significado y su papel de orientadores en la vida de las personas.
Concretamente en cuanto a las mujeres, la autora dice: “Y es que en los cuentos de los hermanos Grimm (o cualquier otra colección de cuentos o mitos del folclore tradicional) son una auténtica mina de sabiduría ancestral femenina. Toda mujer puede encontrar en ellos su prototipo, un modelo de su papel en la vida”.
Travers nos hace ver cómo los cuentos se encuentran en nuestro ADN y cómo al escucharlos o leerlos por primera vez lo único que estamos haciendo es recordar algo que ya estaba en lo más profundo de nosotros mismos. “Tal vez, nacemos sabiendo que los cuentos de nuestras abuelas y de todos sus parientes ancestrales corren incansablemente por nuestra sangre y se repiten sin cesar”.
Además, repasando los mitos, historias y poemas de diferentes países, la escritora nos descubre cómo el mismo tipo de cuentos y moralejas se repite constantemente pese a las diferencias entre culturas. Esta cirujana profesional de cuentos de hadas nos hará ver que éstos esconden mucho más de lo que puede parecer a primera vista. Y también que nos dicen mucho sobre las mujeres. “Todas empezamos siendo doncellas, y tanto si nos convertimos en madres físicamente como si no, el siguiente papel siempre es el de la madre (el capullo que se abre y se convierte en flor). Al final de todo llega la etapa de la abuelita (la flor se marchita y solo queda una vaina de semillas). A mi entender, convertirse en bruja (en mujer sabia) es la última gran esperanza de toda mujer, una etapa que sin duda merece la pena alcanzar: esa anciana que recuerda, que ya ha cerrado todos los capítulos de su vida y se sienta junto al fuego con las manos en el regazo, sin hacer nada más”.