Mujeres solas de Takako Takahashi.
por Rubén Olivares
«…después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad…»La Soledad – Mario Benedetti
Cinco historias de cinco mujeres solitarias reunidas en este libro, cinco muestras diferentes de vivir la soledad, cinco expresiones femeninas de cinco vidas solitarias, cinco historias marcadas por la ausencia, la pérdida y las convenciones sociales de un entorno que nos aprisiona. Cinco modelos de la soledad en las sociedades modernas, escritas por una autora desconocida hasta ahora en España. Cinco oportunidades para adentrarnos en la literatura de esta escritora y dejarnos perder en un mundo plagado de ausencias, personajes heridos, despechados y marcados por relaciones incompletas. Cinco historias atestadas de onirismo, poética y melancolía. Nunca es tarde para descubrir a una de las grandes autoras de la literatura japonesa, merecidamente galardonada con diversos premios. Takahashi se desliza a través de la soledad femenina en un país con una fuerte tradición masculina, dibujando un lienzo deslumbrante con una fuerte sutileza en el empleo del lenguaje que podemos disfrutar gracias a la excelente traducción al castellano de esta versión de Kaoru Togaki y Suso Mourelo. Takahashi teje con maestría un telar de palabras que convierte el alma de estas cinco mujeres en el lenguaje de cinco vidas solitarias que buscan su propio espacio.
La vida de estas cinco mujeres es un continuo rechazo a los ideales marcados por la sociedad japonesa. La expectativa, la vida que se espera que cada individuo desarrolle de acuerdo a lo que marca la sociedad japonesa, es un factor que tiene una importancia crucial. Apartarse de este ideal es condenarse al fracaso, que se considera una afrenta a la sociedad japonesa y sus tradiciones. Takahashi es una de estas mujeres que nos presenta en sus historias, quien lejos de convertirse en la perfecta ama de casa japonesa, optó por apartarse de su marido y desarrollar en solitario su prolífica carrera como escritora. Ninguna de las protagonistas de estas historias ha logrado adaptarse al mundo que se les asignaba por su condición de mujeres, y por ello se hallan inmersas en una búsqueda continua de un nuevo sentido para sus vidas. Esa búsqueda les hará internarse en su propia soledad, sus relaciones pasadas y las ideas que fundamenta el mundo en el que se mueven.
Iniciamos nuestra aventura sobre la soledad con el relato que inaugura el libro, Mujer solitaria, en la que su protagonista, Sakiko, embriagada de soledad, concierta citas con hombres a las que no acude, observando desde una cómoda distancia su presencia, al tiempo que imagina ser la autora de una serie de misteriosos incendios en diversas escuelas de la ciudad sembrados por una incendiaria anónima. De este relato pasamos a Augurio, una tétrica historia en la cual su protagonista, Yoko, – calco literario de la propia autora – sueña de manera recurrente con su difunto marido, que la aborda cada noche. A medida que estos sueños se van repitiendo, la frontera entre la realidad y lo onírico se van desvaneciendo, atrapando a Yoko en el mundo de sueños y fantasía al que desea escapar. El tercer relato nos presenta a Ichiko, quien se siente perdida entre las multitudes de rostros anónimos con las que se funde cada día al ir al trabajo en Fuegos Fatuos. Es el relato más sociológico de Takahashi, en el cual vivimos de la mano de Ichiko la soledad y la alineación del trabajador de la gran ciudad, devorada por ésta y la rutina que diluye su personalidad, despojándole de una identidad propia reemplazable en cualquier momento. En el lado contrario hallamos a Haruyo, que a lo largo del relato Puente colgante teme perder su anonimato al reaparecer en su vida en forma de una inesperada noticia, de la mano de un viejo amigo, un viejo amor que ha regresado a Japón. Este retorno le aporta inquietud y reflexiones, pero también el deseo de acudir al reencuentro de un viejo amor, abandonando la cómoda vida de casada que lleva, generado en ella un fuerte deseo de resistencia a acudir al encuentro de un viejo amor. En último lugar, tenemos Lazos enigmáticos, un relato en el que la anciana Ruriko Yoshimura ve interrumpida su plácida soledad por una misteriosa y en ocasiones impertinente niña empeñada en entablar conversación con ella y que constantemente interrumpe su plácida soledad.
Los cinco relatos plantean más dudas que respuestas, ofrecen un final amargo: la vida de las cinco mujeres transcurre entre la neblina de una soledad persistente, que las abriga con una profunda intimidad que el mundo exterior es incapaz de atravesar con su mirada hasta penetrar en el mundo onírico de deseos y esperanzas futuras que no llegan a confesar a nadie y que dominan sus vidas. Una obra que es una muestra del talento narrativo y expresivo de Takahashi que espero volver a disfrutar.