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Ni enfermos ni pecadores, de Saúl Castro. 

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por Lara Vesga

Las llamadas “terapias de conversión”, que venden la posibilidad de modificar o suprimir la orientación sexual y la identidad de género de las personas, se han arraigado peligrosamente a lo largo y ancho del planeta, y también en España. El abogado gallego Saúl Castro analiza este peligrosísimo fenómeno, que incluye prácticas pseudocientíficas, en Ni enfermos ni pecadores, sacando a la palestra una de las mayores violencias silenciadas en nuestro país en las últimas décadas.

Especializado en derechos humanos, litigio estratégico y derechos LGTBIQ+ y fundador de No Es Terapia, la Asociación Española contra las Terapias de Conversión, Castro desvela en un impecable trabajo de investigación de tres años de duración la incidencia real del fenómeno de las “terapias de conversión” en España. Sin pelos en la lengua, pone nombre y apellidos a los perpetradores de estas terapias y a las redes de apoyo que les sustentan. No se olvida tampoco, ni
mucho menos, de dar voz a las víctimas, con muchas de las cuales ha estado en estrecho contacto a la hora de elaborar Ni enfermos ni pecadores. En el libro analiza su situación legal y las vías de lucha contra la impunidad de sus verdugos.

Removiendo conciencias y generando un profundísimo estupor, el autor llama a la acción colectiva y denuncia sin tapujos la responsabilidad de las instituciones y de los medios de comunicación, explicando abiertamente por qué estás prácticas ilegales no se han investigado hasta ahora.

Saúl Castro no deja títere con cabeza y desmonta una a una con argumentos científicos y legislativos las mentiras de las “terapias de conversión”. Una de las peor paradas es la Iglesia española, que es según demuestra el abogado gallego la principal perpetradora de terapias de conversión en el país, articulada a través de agrupaciones de fe no reconocidas oficialmente pero sí amparadas de manera extraoficial. El autor identifica a no pocos obispos y sacerdotes metidos en este entramado.

Pero también hay médicos y psiquiatras llevando a cabo a día de hoy, aunque pueda llevar como mínimo al sonrojo, prácticas tales como desnudez grupal forzada, castidad impuesta, aislamiento social forzoso, rezos en los momentos de deseo sexual, exorcismos y electroshocks.

Al margen de la peligrosidad de este tipo de pseudoterapias para la salud de las personas que las realizan, «Ni enfermos ni pecadores» analiza la estafa que suponen en el plano económico, tras demostrar sobradamente que ni han funcionado, ni funcionan ni funcionarán.

Ni enfermos ni pecadores, de Saúl Castro
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