Carta de una desconocida de Stefan Zweig
por Ana Olivares
¿Amor o locura?
Desde que descubrí Pequeños Placeres de Ediciones Invisibles estoy encantada. Esta colección de novelas cortas de autores célebres la puedes llevar a todas partes y leer en poco tiempo debido a su formato reducido. Las ediciones están muy logradas, sus portadas son preciosidades exquisitas que querrás tener en casa. Al margen de la estética, las historias que encierran son completas, nunca defraudan, incluso sin estar familiarizado con los temas a tratar. Sobre todo, te permiten descubrir autores célebres que de otra forma quizá ni hubieses oído hablar, y eso no tiene precio.
En esta ocasión leímos a Stefan Zweig (1881-1942); un autor judío que nació en Viena y tuvo que exiliarse en Londres y luego en Brasil por el auge del nazismo. Finalmente, ante el temor a un Tercer Reich, acabó suicidándose -putos nazis-.
Carta de una desconocida fue publicada en 1892 y resultó ser un éxito entre el público y la crítica. Un siglo después, os aseguro que su lectura es igual de adictiva que en su época. ¿Quién es capaz de mantenerte en vilo y construir toda una novela tan sólo con una carta de una desconocida? Zweig lo consigue. El título es transparente en cuanto a la trama. Nos sitúa en Viena, en 1900, cuando el prestigioso novelista y seductor R. recibe una carta de una mujer cuyo nombre no revela. La pasión con la que le habla, lo que relata, cada uno de los sentimientos que esa mujer dijo tener y mantiene sobre él lo fascinan. Relata un amor puro, casi platónico, consumado desde el anonimato y con un vástago no reconocido por desconocimiento. Y es que resulta que dicha mujer lo conoce desde hace muchos años, desde su temprana adolescencia cuando tan sólo era su vecina, hasta su etapa adulta. Ella ha tratado de estudiarlo, cada gesto, sus pasos, reconoce sus logros, como si siempre hubiese estado a su lado, aun siendo ignorada por nuestro protagonista. Es enternecedor, halagador para él, pero trágico para esa joven que ya no teme decir la verdad al encontrarse al final de su vida, la que
jamás osará pedirle nada ni en su muerte, ni un solo reproche para su gran amor, convirtiéndose así en esa admiradora secreta que jamás confesó sus sentimientos por temor a no ser correspondida… Ese ramo de rosas que siempre decoraba su estudio… Ahora todo en él serán conjeturas y vista atrás para sobreponerse a este relato autobiográfico de amor a corazón abierto.
Es curioso como este amor a lo Cyrano -sin interventores de por medio-, sea de una mujer hacía un hombre. Que sea ella quien admire y quien practique el amor cortés, incondicional y noble que normalmente era reservado a ellos. aunque pueda parecer típico, es un factor importante de la novela ya que se trata de otra época en la que los valores y los convencionalismos sociales eran bien distintos. Nuestra “desconocida” relata la cruz que ha sostenido durante toda su vida por mantener este amor, ya que se convirtió en una mujer soltera con un hijo; un futuro poco alentador. Aunque lo bonito y trágico de esta historia, es la generosidad con la que ella se desentiende de sí misma o de su bienestar personal por una fantasía idealizada de niña que acaba materializando a lo largo de su vida en cuatro encontronazos fortuitos con un truhan que sólo aprecia la belleza del momento.
Un relato de lo más intimista y romántico que se disfruta en un suspiro.