UA101349465-1

DONANTES DE SUEÑO de Karen Russell. 

k

por Ana Olivares

Donantes de sueño de Karen Russell

Donantes de sueño de Karen Russell

¿Te imaginas no ser capaz de dormir?

 

En esta ocasión os traemos una novela distópica, en la que, a través de una ficción muy científica, encontraremos una crítica social a esos organismos que dicen ser de ayuda y totalmente carentes de ambición económica, para descubrir en ellos la gran mentira que persigue al hombre desde que descubrió el poder. Además de abrirnos los ojos ante esta gran mentira que suponen las OSAL en general -incluso yo incluiría muchas ONGS-; nos cuenta el drama vivido por una protagonista demasiado centrada en el propio dolor que supuso la pérdida de su hermana como para poder ahondar en el dolor ajeno, pese a que su discurso de captación es de lo más conmovedor y emotivo.

Nuestra protagonista, Trish Edgewater, es una reclutadora ejemplar para las Brigadas Duermevela, ya que su hermana Dori fue una de las primeras víctimas mortales de la crisis de sueño; desde entonces, no ha dejado de trabajar sin descanso para poder ayudar a cientos de insomnes que mueren cada año en Estados Unidos debido a esta extraña y rara enfermedad que asola el país. Sus jefes, unos mellizos de lo más prácticos, la animan a continuar con su gran labor mientras tratan de solucionar las pequeñas crisis internas que genera este tipo de trabajo. También se nos muestran como una especie de hombres de negocios bastante variopintos que en ocasiones carecen de empatía. Sobre todo, cuando la Bebé A entra en escena, una donante universal que podría acabar con la crisis de sueño, ya que, tras varias transfusiones de ésta, muchos pacientes se recuperan definitivamente pudiendo volver a su vida anterior a esta grave enfermedad. Pero todo lo que habían conseguido gracias a unos padres caritativos que aceptan enrolar a su bebé en este experimento, surge una crisis dentro de la propia organización, ya que existe un Donante Y, que a pesar de haber superado todos los test de seguridad, sus transfusiones provocaran una oleada de pesadillas que acabaran derrumbando las bases de dicha organización y lo que es más escabroso, provocarán una oleada de suicidios en masa y muertes sin control que azotará no sólo a Estados Unidos, sino también a todo el Mundo. Aquí se descubre la corrupción que encierra esta Organización, y no sólo el Donante Y, ya que ni siquiera él era consciente de tener esas pesadillas…Trish inicia así un camino de autodescubrimiento, animado por el padre de la Bebé A, y destapa la gran mentira que uno de sus jefes ha mantenido en secreto. De ella depende que las cosas sigan funcionando como hasta ahora, pese a que ella ya no es la misma de entonces.

Lo más interesante de esta historia es la parte científica, como la autora ha sabido crear y describir una nueva enfermedad o epidemia que asola Estados Unidos. La historia personal de nuestra protagonista también tiene mucho peso en el argumento, que es original en cuanto a la idea principal que se nos presenta. Sin embargo, las consecuencias reales en la sociedad o las catástrofes derivadas de esta enfermedad, a mi parecer, no están aprovechadas como deberían, ya que apenas se nombran de pasada o incluso ni se llegan a considerar, algo que le hubiese dado mucha más tensión al argumento y a la novela en general. Más bien se centra sólo en las conversaciones o gestos de los pocos personajes que aparecen en ella, quedando una trama floja, sin intensidad. Una lástima teniendo en cuenta que la novela prometía mucho más, en la que incluso Stephen King aseguraba que la novela le provocó pesadillas…Moraleja: no porque un gran autor nos recomiende una novela tiene por qué ser buena. Y ojo, no estoy diciendo que no lo sea, sino que personalmente le falta macerar un poquito más, como el buen vino. Si os interesa el tema, esta es una pequeña aportación más en la que destaca este grave problema que tiene su parte real debido a que cada vez más personas, necesitan medicamentos para poder conciliar el sueño. Para complementarla, os sugiero también películas como Insomnio (2002) dirigida por Christopher Nolan o Disomnia (2021), de Netflix.

Share This