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El hijo predilecto de Yuko Tsushima

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por Rubén J. Olivares

El hijo predilecto de Yuko Tsushima

El hijo predilecto de Yuko Tsushima

Cuando uno cierra el “El hijo predilecto” de Yuko Tsushima, tras acabar las últimas e intensas páginas de la novela, comprendes enseguida por qué fue la ganadora del Premio de Literatura Femenina de Japón en 1978. Esta historia se ha convertido por méritos propios en un clásico de la novela japonesa feminista tan relevante hoy, como lo fue cuando se publicó hace 40 años, lo cual no dice mucho a favor de nuestra sociedad, si aún hoy en día nos siguen sorprendiendo y agitando la conciencia historias como las de Koko, la protagonista de la novela.

Este libro es ante todo una vindicación feminista de los deseos, anhelos y libertad sexual, la maternidad y las relaciones personales desde un punto de vista femenino. No en vano a Tsushima se la considera la “arqueóloga de la psique femenina”, por su capacidad para construir una sólida narrativa sobre la psique y la conciencia de las reflexiones mentales de Koko, una mujer japonesa de 40 años que lucha por reconciliar sus deseos más íntimos con la realidad cotidiana y mundana con la que debe lidiar. Tsushima escribió a lo largo de su vida más de 35 novelas, siendo las tres primeras “El hijo predilecto”, “Territorio de luz” y “Mujer corriendo en las montañas” una trilogía en la que explora y presenta al lector un mundo a menudo incomprendido por la sociedad, como es el de las madres jóvenes solteras, un mundo que Tsushima conocía perfectamente. En cada una de ellas Tsushima nos presenta la historia de una madre soltera que lucha por criar a un hijo bajo unas circunstancias implacables a las que debe hacer frente con esperanza y fuertes dosis de intransigencia ante una sociedad que a menudo la margina.

“El hijo predilecto” es la historia de Koko, profesora de piano a tiempo parcial y madre soltera, cuya hija prefiere vivir con su tía, una mujer seria y de éxito. Durante la novela asistimos a una serie de reflexiones sobre los sueños y recuerdos de Koko que se ven interrumpidos por la sospecha de un inesperado embarazo no planificado, fruto de un encuentro con un conocido al que no le une más que una amistad frugal y la oportunidad de disfrutar del sexo sin compromiso. Esto dará pie a un viaje introspectivo en el que, a medida que el propio embarazo avanza, vamos conociendo en profundidad el pasado de Koko y el futuro que ésta tiene en mente para su futuro hijo, su familia y ella. Koko ha construido su vida huyendo de las expectativas sociales que la sociedad le ha planteado, aparentemente sin una deliberación consciente del camino que estaba tomando. Sin embargo, la noticia de su inesperado embarazo le ha dado un nuevo punto de apoyo a partir del cual retomar las riendas de su vida, siendo consciente de qué desea hacer con ella y su familia, aunque ello suponga cuestionar los valores y expectativas sociales que se espera que cumpla.

Tsushima presenta una prosa sencilla, clara, directa, con cierto aire de inocencia. La novela está llena de emotivos momentos de intensa belleza: imágenes sublimes, desconcertantes que muestran sutiles señales de rebelión de una mujer que ha decidido seguir su propio destino. El estilo literario de Tsushima se ha asimilado con la “novela del yo”, un estilo naturalista y confesional que surgió a principios del s. XX en Japón, marcado por las crónicas periodísticas japonesas y las corrientes del realismo japonés. Ciertamente, en “El hijo predilecto” podemos encontrar algunos rasgos autobiográficos de su autora reflejados en la vida de la protagonista, pues como la hija de Koko, ella también fue hija de una madre soltera (su padre se suicidó cuando ella tenía un año) y tuvo un hermano mayor con síndrome de Down que murió cuando ella era adolescente. No obstante, estos hechos constituyen la base para humanizar a sus personajes, reforzando la profundidad psicológica de éstos.

“El hijo predilecto” es una novela poderosamente reconfortante, pero terriblemente triste, una muestra de la sabiduría y maestría de Tsushima a la hora de plasmar la realidad de la lucha femenina en una asfixiante y opresiva sociedad como la japonesa repleta de expectativas sociales sobre los roles femeninos y masculinos. Dolorosamente realista y auténtica en su descripción sobre la feminidad y la maternidad japonesas, “El hijo predilecto” celebra sutilmente la rebelión de las mujeres que, como la propia autora, abandonan el camino que la sociedad les traza y deciden marcar su propio destino. Esta novela es una maravillosa historia escrita desde una perspectiva feminista que la convierte en un referente de lectura obligada para todos los géneros, de la que cada uno sacará su propia enseñanza.