Estación en curva de Uxue Apaolaza
por Lara Vesga
Nueve relatos componen «Estación en curva», título que viene de esa cantinela de los altavoces del metro de Madrid con los que muchos hemos puesto banda sonora al día de día de una etapa de nuestra vida: “Estación en curva, tenga cuidado de no introducir el pie entre coche y andén”.
La protagonista de los cuentos es Lur, una vasca de cuarenta años afincada en Madrid que desgrana su vida en la capital desde su llegada a través de sus experiencias con amigos, con compañeros de trabajo, con su pareja, con personas desconocidas, con familiares o, simplemente, con ella misma.
Escrito originalmente en euskera con el título de Bihurguneko nasa, el libro ha cosechado un gran éxito entre la crítica, logrando hacerse con el prestigioso premio Euskadi 2022 en la categoría de Literatura en euskera. Alumbrado por Uxue Apaolaza Larrea (Hernani, 1981), actualmente profesora de euskera, que ya había publicado más cuentos, además de la novela Mea culpa, entre sus páginas encontramos una finísima ironía capaz de desenterrar la muchas veces inapreciable violencia de lo cotidiano.
Es variado e intenso el compendio de temas que se tratan a lo largo de los nueve relatos: la competitividad y la precariedad laboral, los chantajes emocionales dentro de la familia, la presión social para tener hijos y la fragilidad de los hilos que nos sostienen. La autora habla sin remilgos sobre estos y otros asuntos, a través de unos personajes de clase media que servirán para señalar las mil y una contradicciones en las que incurrimos todos en nuestra vida.
Incisiva y sin compasión, «Estación en curva» es una oda a los asuntos que nos obsesionan en cada etapa vital y un manifiesto sin paliativos sobre la presión social de los poderes, de la sociedad y del propio entorno de cada cual para sacar la versión de uno mismo que más conviene en cada momento.