LA CABEZA DE MI Padre de ALMA DELIA Murillo.
por Javier Velasco Martín
‘De acuerdo. Pertenecía al lado caótico del mundo, ese mundo donde no están los dos progenitores juntos en la gran cama nupcial ni cada hijo está en su habitación y mucho menos están todos los documentos en regla’.
Bajo el leitmotiv de la búsqueda constante de su padre y, sobre todo, de lo que su ausencia supuso y marcó durante su vida hasta el momento, la protagonista de ‘La cabeza de mi padre’ decide ponerse en marcha y sumergirse en la búsqueda de un padre que, a una edad muy temprana, la abandonó, y al que lleva décadas sin ver.
Sin más recuerdo que una fotografía de pequeña en una farmacia cuyo padre aparecía sosteniéndola y sin más motivo que una intuición que tuvo de que su padre iba a morir en breve, toma la decisión de buscar a su padre antes de que su intuición se haga realidad.
La autora nos invita a acompañarla en este doble viaje: por un lado, el físico, el que realiza con su madre y tres de sus hermanos a otra ciudad mexicana en búsqueda de su padre; y por otro lado el emocional, en el que reconstruye, pieza a pieza, los momentos más duros de su existencia, sus aprendizajes y su evolución personal.
La protagonista va completando el puzle en el que hasta el momento se ha convertido su vida, incidiendo sobre todo en cómo ha ido moldeando y encajando cada pieza con ella misma, su interior y sus circunstancias, reflejando y ofreciéndonos un relato de cada una de ellas.
Y es que estamos hechos de historias sin lugar a duda, y cada historia nos hace ser quienes somos. Creo que es inevitable leer el libro y no verte reflejado en alguna de las vivencias de la protagonista o, al menos, en su proceso de aprendizaje. Al final, el mapa de nuestra vida lo compone todo aquello que nos ha marcado, que nos ha hecho aprender y evolucionar y, sobre todo, la actitud que hemos ido tomando con respecto a lo que nos pasa.
En su caso, una actitud marcada por todo lo que supuso pertenecer a una familia cuya pieza principal fue una madre dedicada única e íntegramente a cuidar de sus ocho hijos sin ayuda de nadie. Una madre que tuvo que soportar la ausencia de un marido alcohólico que decide abandonarla junto a sus hijos y dejarla sola ante el cargo de todos y cada uno de ellos.
Una oda a la pieza fundamental de su madre, agradeciendo en perspectiva todo lo que hizo por sus hijos, y alabando su labor de principal apoyo continuo.
A modo de diario, la protagonista va escribiendo toda la historia dividida por capítulos en los que en cada uno desmiembra una parte de su vida. Así, le va contando a su padre cómo ha influido en su vida su ausencia. Una carta a modo de despedida y de perdón. Un perdón que, tras mucho esfuerzo y mucho trabajo detrás con ayuda profesional, llega justo a tiempo.
Alma Delia demuestra un magistral manejo de la palabra, de sus conocimientos literarios y de su gusto y pasión por la escritura, transmitiéndolo de una manera colosal al lector en todo momento.
Una novela autobiográfica que, bajo el hilo conductor del abandono de su padre, está cargada de necesarias críticas sociales que van desde el fanatismo religioso hasta los abusos sexuales, pasando por la pobreza, lo que supuso a la protagonista su orfandad, y la corrupción y seguridad del México de finales de siglo.
Pero, sobre todo, el hecho de ser mujer, huérfana y soltera; independiente y luchadora y con agallas de luchar por lo que ella más desea, y no por lo que la sociedad quiera hacer con ella.
Una de las cosas que más me ha gustado es la continua referencia a grandes obras literarias mundialmente conocidas para apoyar su discurso.
Personalmente, el hecho de referenciar constantemente la novela con grandes escritores universales de la talla de Paul Auster, Federico García Lorca, Manuel Vilas o Miguel de Cervantes me parece un gran acierto, ya que enriquecen sobremanera la historia y le confiere una mayor profundidad.
He de reconocer que, para mí, ‘La cabeza de mi padre’ ha sido la carta de presentación que ha tenido Alma Delia Murillo conmigo, ya que no tenía el placer de haber leído alguna de sus obras antes. Me alegra haberla descubierto con esta obra tan emotiva, sentida y, sobre todo, valiente, ya que no debe ser nada fácil abrirse en canal como lo hace ella y poder contar, punto por punto, aquellas vicisitudes que le ha tocado vivir.
Natural de Ciudad Nezahualcóyotl, Alma Delia Murillo vuelve al panorama literario de la mano de Editorial Alfaguara tras publicar anteriormente obras como ‘El niño que fuimos’, ‘Las noches habitadas’ y ‘Damas de caza’.
‘El día que abdicaste como padre, el día que decidiste dejar de cuidarme. Y mira si tu tragedia es grande, papá, porque ese día morí pero solo para ti’.