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Lo único que le interesa a la gente de François Blais

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por Lara Vesga

Lo único que le interesa a la gente de François Blais

Lo único que le interesa a la gente de François Blais

Hagamos un ejercicio de flashforward hasta 2098. El siglo XXI toca a su fin y una de las nuevas profesiones que existen es la de especialista en ciencias del comportamiento, un oficio que, entre otras labores, realiza la de evaluar a las premikas, unas androides no aptas para todos los bolsillos que disponen de inteligencia artificial y apariencia de mujer y que están diseñadas para satisfacer el deseo sexual de sus dueños.

Precisamente a uno de los mejores agentes suecos especializados en evaluación de premikas acaban de asignarle la misión de examinar a Angèle, perteneciente al todopoderoso Théodore Désilets, ya que, según su propietario, esta parece haber adquirido sentido del humor a pesar de la baja cota de sintiencia que se le presuponía. Es decir, parece que Angèle se ha vuelto demasiado humana, lo que podría plantear un claro conflicto ético. Lo que el agente descubre conducirá a los lectores a una reflexión profunda sobre la naturaleza de la existencia.

«Lo único que le interesa a la gente» es la última novela que escribió François Blais (Canadá, 1973) antes de quitarse la vida en 2022 a los cuarenta y nueve años. Escritor con un grandísimo sentido del humor, inteligente y sumamente sensible, algo que se refleja también en su novela «Documento1», Blais es una de las voces contemporáneas más interesantes de la literatura de Quebec (Canadá).

Desde un prisma irónico y crítico, su última novela recuerda y mucho a la esencia de la transgresora y distópica serie de ciencia ficción Black Mirror, nutrida de relatos sobre el mundo moderno y de análisis certeros sobre cómo las nuevas tecnologías afectan al ser humano. «Lo único que le interesa a la gente» también tiene el don de crear un universo teóricamente futurista aunque perturbadoramente cercano en el que se reflexiona sobre el tipo de sociedades que estamos creando los humanos.

En una cuidada y bellísima edición, traducido por Luisa Lucuix Venegas (Sevilla, 1979) y con una cubierta hecha a modo de tríptico que llama poderosamente la atención, diseñada por la dibujante y escritora Conxita Herrero (El Prat de Llobregat, 1993), «Lo único que le interesa a la gente» es una delicatesen literaria en la que, de una manera brillante, nos veremos reflejados nosotros mismos y también como sociedad. Aunque sea el año 2023 y no el 2098.