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Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida de Fiona Davis

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por Gemma Juan Giner

Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida de Fiona Davis

Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida de Fiona Davis

¿Os imagináis vivir en una biblioteca, rodeados de miles de libros y oliendo todo el día ese olor tan característico de los libros antiguos? ¡Qué maravilla!

Hoy, en Letras en Vena hablamos de «Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida» de Fiona Davis publicada por Espasa. Los que me seguís ya sabéis que todas las lecturas relacionadas con libros, bibliotecas y librerías me encantan y siempre disfruto perdiéndome entre sus historias, motivo porque el que este libro me llamó tanto la atención cuando llegó a mis manos. Y es que… ¿a qué lector no le gusta leer sobre bibliotecas? Siento que el amor a los libros tiende a reflejarse en el gusto de leer sobre otros que también aman leer. Es un círculo virtuoso de amor literario. Además, esta novela tiene como protagonista la magnífica biblioteca de Nueva York, la cual espero poder visitar algún día.

La autora nos presenta Nueva York en dos fechas: 1914 y 1993, y con dos protagonistas: Laura Lyons y Sadie Donovan.

Laura Lyons es la mujer del superintendente de la Biblioteca Pública de Nueva York donde vive junto a sus dos hijos. Por fin ha conseguido ser admitida en la facultad de periodismo de Columbia, pero un día empiezan a desaparecer de la biblioteca valiosos ejemplares y el foco de atención se posa sobre su familia.

Sadie Donovan es una joven que trabaja como curadora de libros antiguos en la misma biblioteca donde vivió su abuela, Laura Lyons. Un día mientras se encuentra preparando una exposición muy importante empiezan a desaparecer algunos libros importantes y manuscritos que tienen que formar parte de dicha exposición, de la cual ella es la comisaria. Todo esto hace que Sadie decida investigar, por su cuenta, lo que está ocurriendo.

«Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida» está basada en hechos reales. La autora descubrió que cuando la biblioteca se estaba construyendo, los arquitectos incluyeron un apartamento de siete habitaciones en lo más profundo de la construcción, donde el superintendente y su familia residieron durante treinta años. Fue allí donde él y su mujer criaron a tres niños, el escenario perfecto para esta novela. La autora decidió crear una familia ficticia, los Lyons, para explicar la historia del edificio desde la perspectiva de una mujer en 1913 y de su nieta, 80 años después.Entre contínuos saltos del tiempo iremos reconstruyendo la historia de Laura Lyons y cómo se convirtió en una abanderada del feminismo. La autora aprovecha esta parte de la historia para hacernos ver lo difícil que lo tuvieron las mujeres que querían hacer algo más que quedarse en casa ocupándose de su familia. Y que, a pesar de ser admitidas en las facultades, sufrían fuertes discriminaciones a la hora de enfrentarse a las materias y a la hora de ser evaluadas.

En este sentido, la autora nos descubre el Club Heterodoxy, un grupo real de mujeres que se creó en Greenwich Village en 1912, donde se las alentaba a hablar abiertamente, y que atrajo a iconos como Inez Haynes Irwin, Agnes de Mille, Elizabeth Gurley Flynn y Charlotte Perkins Gilman. Esta parte es una de mis favoritas, ver la lucha de las mujeres en una época en la que apenas empezaban a cambiar las cosas para ellas. De hecho, me hubiese encantado que se profundizara más en la historia de Laura y sus avances en esta lucha, puesto que ella acaba siendo un referente del feminismo. Aquí, uno de mis párrafos de la novela, palabras de Laura Lyons:

“La única forma de que las mujeres ganen en igualdad, igualdad real, tanto dentro como fuera de casa, es mostrando los logros de todas aquellas que están cambiando el mundo, como forma de inspirar a otras que aspiren también a algo más”.

Toda la novela es un verdadero homenaje a la Biblioteca de Nueva York y, por extensión, a todas. Puede apreciarse en ella la fascinación que las bibliotecas despiertan en su autora. Se nota ese cariño. Al mismo tiempo, y de manos del personaje de Laura, hay un reconocimiento a las mujeres pioneras del siglo XX que empezaron a destacar en distintos ámbitos. Laura se convierte en una gran ensayista. Sus escritos destacan por sus ideas feministas. Esta parte más social es mi preferida. Hay otra que está más centrada en la intriga y la tensión: saber qué ha sido de los libros que desaparecieron, qué ha sucedido con ellos, por qué fueron robados. Esta también tiene su punto interesante, sobre todo, porque no te esperas nunca ese final.

La labor de documentación para escribir esta novela tiene que haber sido ardua, ya que aúna hechos reales como por ejemplo, los apartamentos en el interior de la biblioteca donde el superintendente y su familia vivieron durante treinta años, y también los robos de libros únicos, manuscritos y cartas en una biblioteca de Columbia. Todo esto sirvió como base a Fiona Davis para poder construir esta historia ficticia.

Por lo tanto, estamos ante una historia de ficción. Yo estaba ansiosa porque se resolviera el misterio. De hecho, debo confesar que hay partes que se me hicieron muy lentas y tuve que dejar descansar la novela, pero una vez empieza a resolverse el misterio, no puedes parar de leerla. Tiene un final de diez.

No obstante, destacar que no es una novela de suspense, aunque lo haya. Tampoco es de amor y lo contiene. Es la historia de un drama familiar sin resolver. Una novela entretenida con intrigas, amor, acción y mucho amor por los libros.

Dos grandes mujeres, una biblioteca y un misterio que harán que los amantes del tópico libros que hablan de libros disfruten de una buena lectura.

Por cierto, esta novela pertenece a una serie de libros de la autora que se ambientan en edificios emblemáticos de la ciudad de Nueva York. Y a mi me parece una excelente manera de hacer turismo. Escritores españoles, ¡tomen nota!