Memeceno. La era del meme en Internet.
por José Luis Sola Marín
Analfabeto digital es la expresión que mejor define a los egresados de las diversas facultades antes del año 2008, la política y, por supuesto, la Ciencia Política ha cambiado y evolucionado radicalmente debido al cambio cultural y social producido por la digitalización contínua de la sociedad. Nadie podría imaginar antes de esa fecha que Facebook o Twitter, Instagram o Tik-Tok tuvieran la relevancia que tienen a día de hoy, incluyendo su capacidad para orientar el voto a través de la publicidad segmentada y personalizada basada en un estudio y control absoluto de todas las interacciones de los usuarios.
Es cierto, antes de Facebook había otras redes sociales como el messenger, el fotolog y los foros donde se desarrollaban los memes, que con gran simplicidad y originalidad transmitían mensajes políticos como los famosos brotes verdes de Zapatero. Pero no hay que olvidar que en esa época la brecha digital era gigantesca y no toda la población tenía acceso a un teléfono inteligente o a un dispositivo con conexión a Internet.
Ahora somos una sociedad hiperconectada en la que se persigue por parte de los poderes y magnates de la tecnología que pasemos tanto tiempo como nos sea posible con los ojos en la pantalla, ya que así veremos más anuncios (página 48).
Principalmente, podemos afirmar que las empresas de este sector están generando beneficios multimillonarios, porque ahora todo tiene publicidad, un vídeo de YouTube, un reel de Instagram o incluso mensajes en grupos en Telegram. Y, a pesar de que conocemos de que éstas recogen todo tipo de datos al descargar y aceptar la instalación de la App (luego criticamos la app de lucha contra el COVID porque el gobierno quiere espiarnos), lo hacemos sin ni siquiera leer los términos y condiciones.
Los foros y las redes sociales no son únicamente utilizadas por las empresas tecnológicas, también hay otros grupos cuyos objetivos son muy diferentes y menos comerciales. Foros como 8chan, de carácter fundamentalista y supremacista blanco, alentó la comisión de atentados como el ocurrido en Christchurch (Nueva Zelanda) en el que resultaron heridas 51 personas, tras la publicación por un conocido neonazi del siguiente mensaje “ya basta de shitposting; es hora de un esfuerzo de posteo real” (pag. 53). El shitposting, es utilizado para introducir mensajes de odio sin llamar la atención y, lo más preocupante, los menores también tienen acceso a este tipo de mensajes que nada tienen que ver con una sociedad abierta, inclusiva y tolerante.
Los partidos políticos también sacan beneficios de las redes sociales y ponen a su ejército de Community Managers y mememakers al servicio de la ciudadanía para captar apoyos en forma de votos. El problema viene cuando éstos tergiversan la realidad creando mundos paralelos y el caso particular de la extrema derecha buscando episodios heroicos como los de Numancia y Covadonga, o las gestas del Cid. Frente a esta idea, debería ser suficiente la reflexión de Joaquín Costa para cortar de raíz todas estas paparruchas y falsas historias. “En 1898 España había fracasado como estado guerrero, y yo echaba doble llave al sepulcro del Cid para que no volviese a cabalgar […].
Deshinchemos esos grandes nombres: Sagunto, Numancia, Otumba, Lepanto, con que se envenena nuestra juventud en las escuelas, y pasémosles una esponja”. (Página 104).
Cada bulo, meme o paparrucha debería tener una respuesta enérgica, explícita, irónica y crítica; las campañas virales efectuadas por el movimiento feminista son un modelo, como ejemplo tenemos las campañas de #Ni una menos o #cuéntalo con unos resultados muy positivos. Para el futuro lector dejo estas preguntas abiertas, en las últimas elecciones municipales se popularizó por parte de la derecha “que te vote Txapote”, ¿qué deberían haber hecho los partidos políticos de izquierdas?, ¿se debería de haber respondido con más ahínco?, ¿alguien de la derecha pensó en qué lugar quedaban las víctimas y su aprovechamiento por parte de la derecha?, ¿cuál hubiera sido la respuesta más adecuada teniendo en cuenta la madurez política y cultural de gran parte de la sociedad?
«Memeceno, la era del meme en Internet» es una compilación de análisis y reflexiones sobre cómo los electores y las sociedades pueden ser influenciables por las Redes Sociales en el que ha colaborado Álvaro I. Pajares como coordinador y Clara Arranz, Patri Di Filipo, Mikel Herrán, Aitor González, Alba Lafarga, Francisco Martorell, Guillermo Pérez.