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No es locura, es claridad de Rosario Troncoso

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por Rubén J. Olivares

No es locura, es claridad de Rosario Troncoso

No es locura, es claridad de Rosario Troncoso

Entre diástole y sístole hay un espacio que se torna infinito en el que nacen profundas reflexiones, a veces con un ritmo lento, otras con la premura que el sobresalto provoca en el corazón, pero siempre con amor, locura, humor, ingenio y a veces con tristeza.

Expresiones breves y sucintas han existido muchas a lo largo de la historia de la literatura (proverbios, sentencias, máximas, refranes, arengas, lemas), pero ninguna de ella ha logrado el valor del aforismo para superar el lenguaje y trascender el pensamiento. Las sentencias guardan siempre una enseñanza moral; el refrán es un compendio de la sabiduría popular y el lema una guía para motivarnos a alcanza nuestras metas. El aforismo comparte con todas ellas el espíritu de tratar de exponer de forma convincente una idea que sintetiza por si misma el mensaje que quiere transmitir, pero sin la necesidad posterior de aclarar su sentido.

Los aforismos deben escribirse con tinta invisible, borrando las huellas de la vivencia de quien los escribe. El aforismo obliga al lenguaje a abandonar la conciencia y a elevarse el mismo como objeto puro e ideal del pensamiento, un artificio literario autónomo. El aforismo condensa en una línea, a lo sumo un par de ellas, la fuerza de la experiencia, la reflexión que ésta nos brinda una vez pasada.

Rosario Troncoso nos abre a través de su libro, No es locura, es claridad una ventana introspectiva a sus pensamientos y experiencias personales que han marcado su trayectoria vital, desnudando sus reflexiones más personales a través de las cuales el lector trazar el mapa personal, siempre imperfecto, de las vivencias y experiencias vitales de Troncoso, revelando una fotografía incompleta de la autora que nos acerca a su yo. Este libro es un ramillete de pensamientos, reflexiones y máximas de su autora que condensan experiencias, vivencias y percepciones personales tamizadas por la visión de una autora que vive con pasión el amor por la literatura, algo que queda reflejado en cada uno de sus aforismos, en los que se deja entrever los libros que le han ido acompañando a lo largo de su vida y las obras a las que ha dado vida como autora. En este libro que condensa su pensamiento hallaremos reflexiones que, como la vida de cualquiera de nosotros, se halla jalonado por multitud de experiencias personales que han ido configurando a Troncoso y que comparte con sus lectores para invitarnos a reflexionar y meditar sobre sus pensamientos y experiencias más íntimas. Cada uno de estos aforismos condensa años de experiencia vital y deben saborearse con la delicadeza y el placer que se dedica a los pequeños placeres, sin prisas, concentrados en aquello que estamos leyendo, alejados de las mundanas obligaciones para poder captar las innumerables lecturas que se encierran en cada una de estas líneas que deberíamos releer para captar las sutilezas que sus palabras encierran.

En esta colección de pensamientos se encierran microensayos que ponen al descubierto las vivencias de su autora sobre temas que atraviesan las coordenadas vitales de quien lleva ya un tiempo caminando por el mundo: el amor y el dolor que éste deja cuando desaparece

He aprendido a vivir sin pensarte, ahora no estoy pensando en ti”, “Nada como el dolor, para amar lo que no duele”, “Prender, arder, desprenderse”, “Si han brotado las alas duele más la condición de pájaro”, “El más profundo desconcierto está en despedirse, otra vez, de quien ya se había ido”,

La belleza y el lirismo que guardan otros aforismos,

“Los lugares más hermosos son sueños que no recordamos al despertar”, “Su boca en mi espalda cose mi corazón”; “Cuando el abismo sea la sombra propia se ha de abrir el pecho al más mínimo destello de luz”, “La libertad duele porque está hecha de heridas”, “No temo que me hieran, temo cómo seré yo después de la herida”.

 También hay espacio para la crítica y la ironía más actual representada por las redes sociales y el narcisismo vacuo que reina en ellas,

“Amor Instagram: no soy capaz de soñarte sin filtros”, “Firmeza en los planteamientos: filtrado de individuos sobrantes”; “El onanismo en las redes sociales se ha convertido en un valor a compartir”.

Troncoso también tiene espacio para la reflexión de la relación con los otros, hilada con fina ironía y sutil inteligencia a veces, otras veces directa y con brutal sinceridad, que nos hará arrancar alguna carcajada, pero siempre cargada de una gran verdad:

 “Si constantemente hay que demostrar inteligencia a los demás son los demás los que deben demostrarla”, “A veces creemos ser espejo para alguien y solo somos espejismo”, “Exigimos a los demás que sean oasis para nosotros, mientras ofrecemos un erial”.

Un compendio de aforismos con los que podemos adentrarnos en la obra de esta autora y con el cual disfrutaremos de su sabiduría e inteligente humor. Pequeños placeres para una gran lectura.

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