Un saco de canicas de Joseph Joffo
por Lara Vesga
Joseph y Maurice eran dos hermanos judíos de diez y doce años con una vida normal hasta que Hitler comenzó a expandirse por Europa. Vivían en París, iban al colegio, jugaban a las canicas, se peleaban, corrían y pasaban parte de su tiempo en el negocio familiar, una peluquería. Pero cuando París fue ocupado por los nazis, el padre de los niños decide enviarlos fuera de la ciudad, a la zona no ocupada. Vestidos con lo puesto, con un poco de dinero que a ellos les parecía una fortuna y con un ligerísimo equipaje, los niños abandonaron su hogar y fueron arrojados a una carrera por la supervivencia en un mundo desquiciado por la guerra.
Joseph Joffo (París, 1931 – Saint-Laurent-du-Var, Francia 2018), es el autor y protagonista de Un saco de canicas, una novela autobiográfica que recoge con infinita ternura y desde la más pura inocencia y espontaneidad la experiencia de dos niños embarcados en la odisea de sobrevivir a la persecución nazi.
Este no es un libro más sobre el Holocausto. Es una narración única, una joya literaria que nos mete en la mente de un niño que no sabe ni siquiera lo que significa ser judío, y quien sin embargo debe huir, esconderse y tratar de salvar su vida por esa causa. Resulta imposible no dejarse arrastrar por una lectura que nos lleva de la mano de los recuerdos de la infancia de un hombre que sobrevivió al genocidio nazi junto a su hermano mayor y gracias tan solo a una serie de carambolas, a la suerte y a la ayuda de personas desconocidas que admiraban a ese par de hermanos pillos que se iban buscando la vida con su ingenio, su picaresca y su espontaneidad.
Publicada originalmente en 1973 tras el rechazo de varias editoriales y tras convertirse en su época en un éxito de ventas, Un saco de canicas emociona sobre todo porque pudiendo ser un libro sobre el odio, el miedo y el sufrimiento, es sin embargo todo lo contrario: una oda a la esperanza, al amor, a la amistad y a la bondad de los seres humanos.