Barro en los ojos de Carmen Pineda
por Susana Flores
Este mes de febrero lo comenzamos con una lectura adictiva que te atrapa desde el primer momento, una novela en la que la autora nos narra una historia donde el eje principal no es un cadáver, sino la realidad de nuestra sociedad.
Alicia Balaguer ha desaparecido y tras semanas de búsqueda encuentran su cuerpo en un lodazal del río Guadarrama.
A lo largo de la lectura y con un enfoque diferente al que solemos estar acostumbrados en el género, conocemos a los sospechosos y testigos. Donde a través de los interrogatorios de la policía y tras sus testimonios conoceremos sus pensamientos y recuerdos.
En este caso, los investigadores pasan a ser meros conductores de la historia por lo que gracias a ellos iremos descubriendo que lo que cuentan es tan importante como lo que ocultan.
Todos ellos con grandes secretos, unos victimas de bullying, otros abusones y algunos de ellos simples espectadores.
La investigación se centra en su círculo más cercano: su novio, sus amigos, sus compañeros de clase e incluso sus profesores; y aunque a simple vista no tienen ningún hilo del que tirar para dar con su asesino poco a poco van descubriendo una cara de Alicia de la que no todos eran conscientes. Siendo una alumna brillante que cursa bachiller con altas capacidades, nuestra protagonista es sociable, una amiga leal y buena hija.
¿Pero es Alicia una adolescente modelo como quieren hacer creer a todo el mundo? Durante la trama también conoceremos el duelo de sus padres, en las largas sesiones de terapia de Teresa Agramunt, madre de Alicia, nos dejará al descubierto sus sentimientos. Nos hará participes del dolor, de la sensación de vacío que ha dejado Alicia en su vida y ese sentimiento de culpa del que no puede desprenderse.
“Sobrevivir a un hijo, recuperarse tras su pérdida, es una traición a su memoria”
También tendremos una perspectiva sobre el resto de los personajes gracias a los escritos que Alicia Balaguer a ido guardando a lo largo de las semanas y donde nos dejará algunas pistas para ir armando ese puzle que es nuestra protagonista.
Con unos personajes bien construidos y un ritmo frenético, podemos adentrarnos en ese grupo de chicos que con un lenguaje coloquial y conforme a su edad la autora nos sumerge en una novela muy cruda y dura pero sin duda necesaria ya que nos muestra situaciones donde cualquiera de nosotros podemos vernos reflejados o hemos podido presenciar: acoso escolar, frustración, rabia, miedo a que nos rechacen, falta de cariño…
Una lectura con una gran crítica social que nos hará pensar en la pérdida de valores y los conflictos familiares.