La visita de Núria Figueras (ilustración de Anna Font)
por Rubén J. Olivares
En una sociedad saturada por el ruido y el estrés, el silencio acaba convirtiéndose en un lujo. Lejos de la carga negativa que suele asociarse a la soledad y al silencio, ambos poseen una vertiente positiva que Núria Figueras, junto a las ilustraciones de Anna Font, invita a explorar a los pequeños lectores y a sus padres. “La visita”, ganadora de la 16ª edición del Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados, está orientada a lectores a partir de los cuatro años.
En este álbum ilustrado aprenderemos la importancia que tiene el silencio, la soledad y la introspección como herramientas para aprender a madurar y alcanzar nuestra independencia emocional. “La visita” nos recuerda a los adultos la importancia que el silencio, la búsqueda de la soledad y la meditación tienen para lograr mantener una adecuada salud mental, al tiempo que muestra a los niños cómo la soledad, la tranquilidad y el hecho de pasar tiempo sólo son actividades que pueden aportarle nuevas experiencias positivas, enseñándoles que no siempre es necesario estar acompañado para poder disfrutar de su tiempo y divertirse.
Núria Figueras recrea a través de una sencilla historia, muy cercana a la tradición oral de los cuentos infantiles, una historia que los pequeños pueden seguir sin dificultad y con la que pronto se sentirán identificados, pues la protagonista es una pequeña zorrezna que se ha quedada sola en su casa, mientras su madre ha salido a trabajar. Inesperadamente, alguien llama a su puerta y, desobedeciendo las órdenes de su madre que le había indicado que no abriera a nadie, un desconocido se presenta como «El silencio», un amigo con el que aprenderá el valor de la soledad y la ausencia de ruidos como nuevos medios a través de los que poder poner en orden a sus ideas y emociones, un nuevo amigo con el que aprender a conocernos mejor en esos momentos de soledad que la vida nos ofrece.
El estilo de Núria Figueras a la hora de narrarnos esta historia está perfectamente adaptado al público infantil: prosa sencilla, directa y clara, repleta de breves diálogos y palabras simples, no exenta de un lenguaje poético y evocador con el que se recrea el silencio, la sensación de bienestar que aporta el pasar tiempo con uno mismo. La obra está adaptada a la capacidad de comprensión del público infantil, aunque ello no resta ni un ápice al esfuerzo dedicado al mensaje que el libro quiere transmitir, como es la importancia que la soledad, el silencio y la introspección tienen para lograr la estabilidad emocional de cualquier persona necesita, ya sea en su vida adulta o infantil.
A esto tenemos que sumar el trabajo de Anna Font trasladando a través de sus oníricas ilustraciones, repletas de color y detalles el mensaje de Núria Figueras. Ilustraciones a todo color, con colores vivos, trazos sencillos que a menudo dominan páginas enteras del libro permitiendo que sean éstas las que hablen al joven lector y capten su atención e interés para seguir ahondando en este cuento.
El resultado del trabajo de Núria Figueras y Anna Font es una combinación perfecta que logra un libro infantil ilustrado que podemos disfrutar en 5 lenguas, que bien merece el mejor premio que un libro puede tener: el amor y el cariño de los jóvenes lectores a los que va dirigido, que sin duda disfrutarán con esta preciosa historia y las ilustraciones que la acompañan.