Soul. La novela gráfica de Manuel López Poy y Pau Marfà
por Ana Olivares
Soul se escribe con mayúscula.
En esta ocasión tenemos el placer de presentaros una de las mejores novelas gráficas de música Soul que hemos tenido la oportunidad de disfrutar. Asique si me pongo un pongo intensa o sentimental es porque el alma me lo pide. Simplemente con uno de sus párrafos iniciales ya podemos deducir mucho del contenido que vamos a encontrar.
En 1941, con la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial, el presidente Roosevelt elimina la discriminación racial en las fábricas y una oleada de afroamericanos del Sur pasa a engrosar la mano de obra que la industria bélica absorbe con voracidad. Esta Migración Negra durará hasta 1970 en la que más de 5 millones de personas se asentaron en las ciudades industriales de California, Los Grandes Lagos o la Costa Oeste.
Ya sabemos que se trató de una cuestión de conveniencia por las circunstancias políticas que se vivían en aquel momento; y por supuesto no un deseo social compartido por la mayoría de la población.
Hay que comprender que la historia del Soul está íntimamente ligada con la propia lucha negra, la lucha de seres humanos intentando ser reconocidos como tal y no por el color de su piel. Subir en lo más alto de las listas del momento, ser escuchados en las radios de todo el país y del mundo, y aparecer en programas de la televisión no hizo más que reafirmar su valía como artistas y significar uno de los eslabones que provocaran el cambio que estaban esperando: el fin de la segregación y discriminación social, la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos, en aquella época en Estados Unidos.
Desde la industria musical, ciertos sellos lucharon desde sus posiciones para cambiar las cosas. Grupos como The Platters, de doo wop; el jazzman Nat King Cole o LaVern Baker y su rhythm and blues, junto con el góspel de Mahalia Jackson; sin olvidarnos que ya en 1951, Ike Turner preconiza el rock ´n´roll con su <<Rocket 88>>. A partir de esa década, el soul, que viene del blues y el jazz, comienza a evolucionar entre todas estas invenciones, que a su vez le deben mucho a los nuevos sellos musicales que se fueron creando para poder dar cabida a estos incipientes artistas. Ray Charles, que el 18 de noviembre de 1954 grabaría en Atlanta <<I Got A Woman>> -considerado el primer tema soul de la historia-, se convirtió en el padre del soul. Mientras tanto, el joven predicador, Martin Luther King Jr, encabezaba el boicot de autobuses en Montgimery y se convertiría en el líder del Movimiento por los Derechos Civiles, justo después del sucedo con Rosa Parks, quien se negó a ceder su asiento en el autobús a un blanco, iniciando la lucha. Mientras suceden estos disturbios en 1957, Rufus Thomas y su hija Carla triunfan, ella sería reconocida como la Reina del Soul en Memphis. Un año después salta a la fama Jackie Wilson, conocido como Mr. Excitement por sus bailes imposibles y su provocadora puesta en escena, acabaría influyendo en Elvis Presley, Michael Jackson o James Brown. Murió subido a un escenario, -como un guerrero luchando, entraría en el Valhalla-. Él fue el verdadero rey del Soul – que Aretha Franklin, Otis Redding, Etta James o Solomon Burke me perdonen-. Berry Gordy, el productor que montó la discográfica Motown Records, nos descubriría y regalaría temazos y futuras estrellas del Soul: Five Chimes, The Miracles, The Funk Brothers, The Marvellets hasta que Sam Cooke, en 1960, dominaría el panorama musical, convirtiéndose a su vez en referente de los Derechos Civiles. Y es que el mejor ejemplo de orgullo negro se produjo el 28 de agosto de 1963, cuando Luther King dio su discurso en Washintong DF. Sin embargo, ese mismo año el sueño de una política antisegregacionista se truncó tras el asesinato de Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963.
En 1964 Solomon Burke publica Rock ‘n’ Soul, convirtiéndose en obispo del Soul tras décadas de creaciones. Pero el 4 de abril de 1968 volvió la conmoción social con el asesinato de Martin Luther King y se desatan los disturbios. En aquellos días de dolor y lucha la canción más escuchada fue <<Green Onios>>. Otis Redding hacía un año muerto, pero ya se había convertido en éxito tras su repentina muerte. La realidad cambiaba a un ritmo vertiginoso en la música y en la sociedad. James Brown y su canción lema <<Say It Loud-I’m Black and I’Proud>> (Dilo alto-Soy negro y estoy orgulloso-) dejaba claro las intenciones de las distintas generaciones de afroamericanos que no iban a abandonar la lucha. Mientras tanto, organizaciones políticas como Los Panteras Negras trataban de reivindicar sus derechos a defenderse de los ataques racistas. Crearon escuelas, centros médicos y comedores escolares para la población más desprotegida que fueron importantes para la comunidad. El final de los sesenta supuso también el final de los grupos vocales femeninos y comenzó a cambiar la estética y la música. Mientras, en 1971 Marvin Gaye publica What’s Going On, el mejor álbum de soul de todos los tiempos. Fue el príncipe del Soul, junto con la adorable Tammi Terrell, quien también murió en el escenario como Jackie Wilson. Pero la música disco llega con fuerza, y las nuevas promesas deben adaptarse a ella si quieren triunfar, por lo que, en 1975, Donna Summer, se corona como reina de la Música Disco con <<Love to Love You Baby>>. También Gloria Gaynor se reúne en Studio 54, como también hicieron Dalí, Warhol, Mick Jagger o Diana Ross. Esta última, primero en distintos grupos y luego en solitario, comenzó a cantar con 15 años y sus 18 números uno la convierten en una de las artistas femeninas de mayor éxito de todos los tiempos. Junto con The Isley Brothers o Prince, se acabarían convirtiendo en un mito. Pero el mito viviente por excelencia y que dedicó su vida entera a la música se llama Michael Jackson. Es el rey del pop, imitó y mejoró los movimientos de Jackie Wilson, desde los 5 años triunfó como vocalista en The Jackson Five y no dejó de cosechar éxitos año tras año. No exento de polémicas y multitud de historias que jamás se demostrarán, se corona como uno de los mejores artistas afroamericanos de todos los tiempos. Whitney Houston reclama su parte gracias a la película el Guardaespaldas, sus discos no paran de venderse. Y es que en el siglo XXI la música de raíz afroamericana se regenera y cobra fuerza gracias a este nuevo subgénero o estilo llamado neo soul, quien daría a conocer Lauryn Hill, pero lo abanderaría Alicia Keys, con sus 15 premios Grammy. Una de las ultimas representantes genuinas del soul es la británica Amy Winehouse, que debutó en 2003 con su disco Frank y en 2006 con Back to Black, se coronó. Otra aportación es la de Curtis Harding, el creador del subgénero Slop ‘n’ Soul, una máquina. En 2018 con la muerte de Aretha Frankling, la reina del Soul, asistimos a un homenaje que juntaría a artistas de la talla de Stevie Wonder, Ariana Grande, Smokey Robinson o Jennifer Hudson. Lo importante de esto es que se convirtió en 1987 en la primera mujer del Salón de la Fama del Rock, obtuvo 18 premios Grammy, y un Pulitzer por su contribución a la música. Ella simboliza el espíritu del soul y quienes lo crearon.
Esta novela gráfica no sólo nos habla de los padres y madres, reyes y reinas, príncipes y princesas del Soul, sino de la historia de América, de la segregación, del racismo, de la represión, de la revolución y al fin, de la abolición de las injusticias en nombre de la raza. De cómo este estilo musical fue evolucionando y sirviendo como altavoz para denunciar las injusticias, o al menos demostrar, que el color no está reñido con el talento. Fue cambiando a la par que el curso de la historia y en muchas ocasiones sirvió de lema para la lucha social que se vivió desde los años cincuenta hasta los setenta en defensa de los derechos y la igualdad de los afroamericanos. Sin embargo, la conclusión final que os tiene que llegar es la música pura: el soul, un ritmo que sólo se toca con el alma y que alimenta al espíritu gracias a sus ritmos alegres, sus letras de amor o libertad y a sus voces únicas; y que gracias a nuevos músicos y grupos de hoy en día como Leon Bridges, Eliza Doolittle, Eli Peperboy, Curtis Harding, Israel Nash, Black Pumas, Durand Jones and The Indications, entre muchos otros, podemos afirmar que el Soul todavía se escribe con letras mayúsculas.
Sus imágenes están en blanco y negro, junto con una amplia escala de grises, representados con tal sinceridad y verdad, que los conoceréis con tan sólo mirarlos. Es un tipo de lecturas que te cala hondo, sin embargo, la impotencia o la injusticia histórica que te genera se disipa en cada una de las canciones que iréis escuchando a lo largo de la lectura. Porque, ante todo, el Soul, es música del alma.
Si queréis hacer este recorrido como yo solo tenéis que escanear el código qr que encontrareis al final para acceder a la fabulosa playlist que completa el libro. En mis oídos tan sólo resuenan las coristas que cantan junto a James Brown: <<Say It Loud-I’m Black and I’Proud>>.
Ya que, si pensamos en nuestros orígenes, todos fuimos negros, todos venimos de África.