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El cobertizo de Pablo Gutiérrez

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por Lara Vesga

El cobertizo de Pablo Gutiérrez

El cobertizo de Pablo Gutiérrez

El cobertizo es una de esas novelas que arranca tranquila y sin grandes aspavientos y, de repente, en el momento menos esperado, recalco, el menos esperado, suelta un bombazo que supone un punto de no retorno, a partir del cual es ya imposible parar de leer.

La historia le da una vuelta de tuerca a la parábola del hijo pródigo y se centra en Daniel, el menor de tres hermanos, un hombre que, tras años de ausencia marcados por las mentiras, las acciones y las compañías peligrosas, regresa al hogar familiar tras la muerte del tío Jaime, un segundo padre para los hermanos, quienes siendo niños quedaron huérfanos de madre. Su retorno no cae bien en la familia, donde hasta sus sobrinos, que apenas le conocen, perciben que la tensión puede cortarse con cuchillo. Acompañado por una llamativa mujer de cuya existencia nadie tenía constancia, Daniel lanza una acusación que amenaza con desmoronar el pasado, el presente y hasta el futuro de la familia.

Pablo Gutiérrez (Huelva, 1978) despliega una enorme habilidad narrativa a través de una prosa precisa y afilada y la creación de una tensa atmósfera que incitan al lector a ser parte activa de la reconstrucción de los hechos, obligándole constantemente a cuestionar sus propias opiniones de lo que cree que ha podido o no ha podido pasar en el relato que se cuenta. La verdad es que llega un momento en que uno se siente un personaje más del libro, un cuarto hermano de Daniel, Carmen y Manu. Y tan perplejo como estos dos últimos, ya no sabe ni qué ni a quién creer, algo que ni se resuelve, ni seguramente, de manera premeditada, el autor tenía intención de que se resolviese. Más bien la fuerza de El Cobertizo reside en su capacidad de dejarte rumiando pensamientos mucho después de su punto y final.

¿Puede una víctima, a través de su testimonio, construir una realidad que nunca existió?, se pregunta la contraportada de la novela. Y la respuesta a tan complejo interrogante es todo un desafío que nos plantea Pablo Gutiérrez a través de la reflexión sobre la memoria familiar, la fiabilidad de los recuerdos compartidos, la culpa, el perdón y la naturaleza de la verdad, siempre tan puramente subjetiva.