Soltar para crecer de Madame G. Rouge
por Ana Valín
Pedir ayuda no es ninguna flaqueza
El libro de El monstruo de colores es ya un clásico en el mundo escolar y es muy apto para trabajar el reconocimiento de las emociones y la necesidad de entender el porqué de las mismas desde edades tempranas. Sin embargo, para el mundo adulto pocas veces se plantean libros que, además de tratar esta temática, presentan una parte práctica para liberarnos de aquellos pesos emocionales que nos atenazan. Este es el caso de Soltar para crecer de Madame G. Rouge. Y sí, he tardado en llegar al final de este texto, porque una cosa es leerlo y otra muy distinta es activar todas las propuestas que se presentan en él a modo de cuestionarios, escalas de valoración y ejercicios de respiración y concentración.
Tengo que salientar* además la estructura del libro, pues en mi opinión resulta muy inteligente partir de lo más reconocible, como la tristeza o la ansiedad e ir hacia lo más complejo de vislumbrar como la ira, que veces se disfraza de frustración, o la inseguridad, que en ocasiones se presenta como un falso orgullo. El final de Soltar para crecer es por añadidura el colofón justo para sentirnos liberados de esas negatividades que nos agobian, ya que alude a la necesidad de querernos a nosotros mismos desde una relación más comprensiva con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra propia percepción, que en definitiva no es más que la base para la construcción de una adecuada autoestima.
Y dicho esto, quiero detenerme ahora en lo que yo he sentido tras terminar el libro:
En primer lugar me he visto muy reflejada en ciertas sensaciones corporales como el insomnio, el sentimiento de soledad, la vergüenza, la pérdida de apetito, la confusión mental o el estómago revuelto; y todo ello porque vivir en este mundo, tan lleno de prisas y obligaciones, no deja espacios para reflexionar sobre el porqué de esta sintomatología.
En segundo lugar he tenido que hacer mi propia lista de recursos que podrían beneficiarme para reducir todos estos condicionantes; y os aseguro que no es una lista de propósitos para el año nuevo, sino una necesidad que deberá prolongarse muy mucho en el tiempo. Algunas de las cosas que he anotado, por si os ayudan, han sido: evitar perder tiempo en perfeccionar una imagen de mí misma de cara al exterior que no se corresponde con mi propia realidad interior; dejar de tener miedo a salir de mi zona de confort; no postergar la toma de decisiones esperando que las cosas se solventen solas; descubrir la valentía de decir no cuando no quiero hacer algo concreto; reducir mi lista de expectativas a menos propuestas que además sean más realistas; diferenciar entre estar triste o notar un sentimiento más profundo, que quizás me exija pedir ayuda, porque no es ningún acto de vulnerabilidad apoyarnos en los demás; asumir los rasgos propios de mi personalidad y no achacarlos todos siempre a mi TDHA; entender las emociones negativas como un puente hacia un estado de liberación y no como un muro que me impide avanzar; asumir que estar enfadada o triste me hace más humana; dejar de tener miedo a fallar y en consecuencia no intentar; evitar la búsqueda constante de aprobación; aceptar los cumplidos como un refuerzo; concentrarme antes en mis puntos fuertes que en mis debilidades; mirarme de vez en cuando al espejo sin tantos temores…
En tercer lugar destaco el final del libro en el que se insiste en la importancia de encontrar bellas nuestras imperfecciones; evitar vivir en base a una dependencia emocional constante respecto de los otros; aprender a disfrutar de nuestro tiempo en soledad; reconocer que los convencionalismos sociales no tienen por qué ser aptos para nosotros (hay que tener siempre pareja, debemos vestirnos según nuestra edad…); ser conscientes de que no somos los únicos que sufrimos en el mundo y tratar de ser siempre más amables con nosotros mismos ya que es con quien pasamos la mayor parte del tiempo.
Termino esta reseña aludiendo a la propia autora, pues su biografía me ha sorprendido sobremanera. Madame R. Rouge es una mujer italiana que se muda a Francia (París) por amor y permanece en este nuevo país posteriormente y a pesar del fin de su relación. En ese contexto, que ella misma definió como idílico, Rouge explora los entresijos del corazón humano escribiendo dos libros dirigidos específicamente a mujeres que, como ella, han tenido que afrontar solas decepciones sentimentales profundas que las han llevado a vivenciar en silencio el dolor de separación. El éxito de estos dos primeros libros, Nadie tiene que saberlo excepto tú (2023) y Nadie puede salvarte excepto tú (2024) le han permitido a Rouge incidir en la importancia de soltar los vínculos que nos hieren, volver a creer en la felicidad y sobre todo, reconstruir nuestro propio yo.
En la contraportada del libro leemos: Respira. Recuerda quién eres. El viaje hacia a ti empieza ahora. En la portada observamos mariposas como símbolo de transformación profunda y en el final del prólogo se nos pregunta: ¿estás lista para emprender este viaje de sanación? Esto significa que la decisión siempre es nuestra.
Lo único que critico de este texto es que está exclusivamente dirigido al género femenino, redactado en todo momento para nosotras y dejando al margen de este tipo de emociones a los hombres, lo cual me parece un craso error. Al releer la biografía de la autora y constatar este hecho, tal pareciera que las decepciones emociones son una cuestión de genética femenina.
*enfatizar.
