VI encuentro Mujeres cultura canaria
Jane Lazarre encuentra en Tillie Olsen su salvación “me proporcionó un lenguaje para nombrar todo aquello de un modo más preciso». Y Jane Lazarre lo dice claramente “esa repentina inmersión en el amor más profundo que yo había conocido nunca, pero también el miedo enorme y visceral o la culpa paralizante». Jane Lazarre se refería a la maternidad, pero lo llevaré más allá hablando del mundo de los cuidados y cuanto la mujer ha estado supeditada a esta obligación y atravesada por la culpa cuando no ha estado presente.
Así en muchas ocasiones las mujeres cuando han sido artistas han retrasado su mundo creativo por estar al servicio de los demás. La propia Alice Munro adaptaba su tiempo de escritura a la crianza de sus hijas, escribía cuando ellas dormían, como resultado llegó al relato en vez de plantearse quizá deleitarnos con novelas.
Todavía hoy en día muchas de nosotras en la soledad creadora nos «autoboicoteamos», no creyendo que existe suficiente fuerza y talento en lo que vayamos a aportar a la sociedad que nos rodea. Y retrasamos la completa dedicación a crear. Por ello puse los cimientos con mi ponencia «Tras las musas», encontrar referentes en mujeres, refiriéndome a muchas de las mujeres que han dado forma a mi camino en estos catorce años. Espejos que me demostraron formas de hacer las cosas según mi sentir. Sí, ya son catorce años de letrasenvena.com y las mujeres que empecé sacando del olvido me han ayudado a ser la que soy como mujer y como artista. Y a sentir la necesidad de ser vista y de compartirme con otras mujeres.
El VI Encuentro de Mujeres escritoras Canarias fue una intensa semilla de descubrimiento inabarcable. Poder tener el conocimiento de qué se está creando en otras islas por parte de otras mujeres es muy necesario. Nutrirnos juntas y dejar impronta en otros proyectos. La belleza de la intertextualidad es que puede venir de cualquier lugar y terminar convirtiéndose en algo completamente nuevo que nunca hubiésemos imaginado en un principio. La riqueza de la creación tiene esa magia, por ello siempre en cada época escritores y pintores se reunían e intercambiaban pareceres. Incluso de las disputas surgieron obras. Mujeres necesitamos más que nunca estos espacios para tomar aire y respirar con libertad. Crear y creer a través de lo compartido. Dejarse atravesar por la intensidad de otras mujeres. No encuentro mayor belleza. Descubrir otras voces y gozarlo. Dejarnos sorprender.
Y nosotras mujeres debemos darnos ese tiempo tanto para crear como para hablar en la necesaria tertulia de todo eso que llevamos dentro. Dejarlo salir. Darnos el tiempo de compartir como compañeras de batalla y dejarnos sorprender por la obra de otra mujer y colaborar en futuros proyectos. Mujeres necesitamos espacios para la creación tanto retiros como jornadas de encuentro. Y lo llevo más lejos, sería de agradecer soporte económico para llevarlo a cabo. El caldo de cultivo de estos espacios son las obras del mañana que pueden aportar un sosiego a este pueblo inmerso en el caos y en la enfermedad, una nueva forma de ver el mundo, un reflejo de nuestros días, que se convirtió en vorágine tras la pandemia.
Mujeres fue todo un placer. De regreso cada una en la rutina de lo cotidiano nunca olviden su valía y su entrega al mundo de las ideas. Encuentren sosiego tras la intensidad del encuentro vivido. Dejen salir esas emociones que las atravesaron a través de su arte y sorprendan a los demás ojos que antes no supieron, porque yo ya me doy por recompensada gratamente al disfrutar sus voces y su entrega.
Sólo a través de nuestra colaboración encontraremos la forma de nombrar aquello que nos duele y nos atraviesa, pues lo que no es nombrado no tiene su lugar y por tanto no existe. Ocupemos el espacio que nos pertenece. Ser vistas es necesario
