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Recordando a Lucía Sánchez Saornil.

 

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por Vanessa Díez

En este momento en el cementerio de Valencia donde descansa (sección tercera derecha sepultura 72) le rinden un homenaje frente a sus restos. Otras mujeres libres como ella. Lucía Sánchez Saornil fue poeta, lesbiana, feminista y anarquista. Luchó por sus ideas, siendo una mujer comprometida. Fundó la revista «Mujeres Libres» en 1936. A través de la palabra transmitió a mucha gente otra forma de ver el mundo, la vida, para abrirles la puerta hacia otra manera de existencia, menos esclava, más digna y humana. Quería que las mujeres fuesen dueñas de sí mismas, para ello necesitaban dejar de ser analfabetas, todavía en nuestros días superan en número las mujeres analfabetas en el mundo, para poder decidir por sí mismas y no depender de nadie, ni de un padre, ni de un marido para sobrevivir. Romper las cadenas y ser libres. Ni esposas, ni madres, ni criadas, instruidas desde la infancia para la obligación femenina del matrimonio, tan sólo mujeres que cogieran las riendas de su vida con determinación y fuerza.

El pasado 11 de mayo, un viernes sobre las 20:00 horas acudí al homenaje que recibió en la sede de la Universidad de Alicante. Creí que llegaba tarde a la cita, pues me indicaron en recepción que ya había comenzado. Me apresuré hacia la tercera planta por las escaleras, sonaba una guitarra a compás de voces femeninas. Tan sólo ensayaban un himno. Un aula al fondo fue el íntimo escenario para recordar a esta poeta, el mejor modo las voces que daban forma a sus poemas y a sus crónicas sobre la guerra. Sus palabras cargadas de rabia surgían garganta arriba con fuerza, queriendo ser escuchadas para llevar su mensaje a la población. De fondo su biografía iba dando forma a los textos que recitaban. Entre tanto, el himno voz en alto por todos y cada uno de los que allí nos encontrábamos. No veo otra manera para recordarla, allí donde esté sonreirá, al creerse olvidada después de tanto tiempo y darse cuenta que un grupo de personas pasó una tarde agradable recordando su dura existencia y leyendo parte de su obra. Si os dais cuenta en la fotografía me encuentro en la esquina derecha repasando el texto improvisado, pues no tenía previsto prestar mi voz en el acto, tan sólo ser espectadora.

En sus poemas dedicados a mujeres se convirtió en Luciano de San-Saor, en una época de doble moral y medias verdades se hizo hombre para transmitir su visión poética sin tapujos, siendo ella misma. La época que le tocó vivir la juzgó y la derrotó, pero ella nunca dejó de luchar. Que nos sirva de ejemplo en estos contradictorios momentos, el precio siempre es alto, pero al final ser uno mismo es lo único que nos queda.

Al final fui parte de aquel momento, recordando a una gran mujer que debió exiliarse tras luchar por los ideales, callar para regresar a estas tierras clandestinamente. Madrid primero y después Valencia, donde encontraría a su compañera America Barroso que estaría junto a ella hasta el final. Murió el 2 de junio de 1970, por ello hoy se la recuerda en Valencia en el cementerio.

Mujeres Libres, Grupo de Lesbianes de Lambda, Ca Revolta y La Casa de la Dona son los organismos que convocan el homenaje de hoy en Valencia. El que se realizó en Alicante fue organizado por L’Aparadora.