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17 rosas recuperadas.

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por Vanessa Díez

Ramona Manchón, Granada Hidalgo Garzón, Ana María Fernández Ventura, Manuela Mendez Jimenez, Trinidad López Cabeza, Manuela Liánez Gonzalez, Tomasa Peinado, Ramona Navarro Lorenzo, Rosario León Higalgo, Josefa Peinado, Eulogia Alanis García, Dolores Palacio Garzón, Natividad León Hidalgo, Manuela Sánchez Gandullo, Ramona Puntas, Antonia Ferrer Moreno y Granada Garzón de la Hera.. Las 17 rosas de Guillena (Sevilla), como afirma la reciente placa en la puerta del cementerio fueron vejadas y fusiladas por ser mujeres de republicanos y anarquistas. Ya han esperado bastante. Ha llegado el momento de restablecer su memoria y de que otros recuerden su historia, pues los suyos nunca las olvidaron. Su calvario ocurrió hace unos 74 años. Campesinas y amas de casa. Mujeres sencillas que cometieron el pecado de amar a hombres con ideales. 

“Eran de Guillena. Tenían entre 20 y 70 años. Las fusilaron sin más. Ahora estamos leyendo la tierra como si fuera un libro, capa a capa. Estamos recuperando la historia porque muchas personas aún hoy no han podido recoger sus restos”, explica el arqueólogo Juan Luis Castro. Durante la exhumación suena el Himno de Riego, es la armónica de Francisco Rodríguez Bernal, de 86 años, entre los suyos también han existido represaliados por el franquismo durante la guerra civil. ¿Por qué molesta el tema de la memoria? ya no es una venganza, ni un ajuste de cuentas, ya no quedan verdugos, tan sólo pretenden cerrar heridas, dar descanso y sosiego a los restos que puedan recuperar, varias generaciones han dado su vida por encontrar lo perdido, aunque nunca nadie les podrá dar lo no vivido, compensar por lo llorado, ni por haber sufrido la pérdida ante decisiones que no alcanzan la razón, el sufrimiento queda, tan sólo se necesita curar. Como pide la nieta de Manuela Méndez Jiménez, Presidenta Memoria Histórica “19 mujeres de Guillena” “Que se sepa la verdad y se les devuelva la dignidad, ya que se la quitaron y que a sus familiares podamos darles un descanso y a ellas también”.

Rafaela Durán y Paqui Jura cuando eran niñas escuchaban en casa lo que ocurrió “Nos arremolinábamos en la mesa camilla para que nos contaran qué pasó, sin odio. ‘Pero de eso no se puede hablar’, nos decían”, explican. Hoy ambas hablan sin miedo. Y no entienden las contradicciones que se están viviendo estos días: “Al juez Garzón lo están tratando como a un criminal y al que se ha muerto le han hecho hasta homenajes con gaitas”, afirma indignada Paqui, en alusión a Manuel Fraga. La abuela de Rafaela estuvo presa, pero se salvó por estar amamantando a su hijo. Murió con 97 años. “A mi bisabuela sí la mataron, y la pelaron y le dieron aceite de ricino y la pasearon por el pueblo después de llevarla a misa, como a todas las demás”, recuerda emocionada. “Aquí estamos desenterrando la verdad y mañana comienzan a juzgar a un juez por ello”, sostiene Lucía Sócam, sobrina nieta de Granada Hidalgo.

Los trabajos comenzaron después de muchas gestiones para localizar la fosa común y poder excavar en el cementerio San José de Gerena tras comprobar que estaban bajo una hilera de nichos. No fue fácil. El arqueólogo Juan Luis Castro trabaja junto a sus compañeros de la cooperativa «Arqueocativa» altruistamente por la falta de financiación pública. La exhumación ha permitido encontrar bastantes evidencias de «violencia extrema», con fragmentos de casquillos y balas o un cráneo con tiros en la nuca, además de numerosas fracturas «que habrá que estudiar con detalle», indicó Castro. «Es muy importante que se ponga en valor lo que se está haciendo aquí para que se acepte paulatinamente y de manera natural y se reconozca que las evidencias halladas constituyen pruebas de un crimen a la humanidad que no prescribe», afirmó. Tras recuperar los restos todavía quedan los estudios de identificación con los cuerpos y con los familiares.

Un artista siempre crea de lo vivido, más bien de lo sufrido. La cantautora Lucía Sócam es sobrina nieta de Granada Hidalgo. En 2010 grabó “Verdades Escondidas”, un cd-libro para la “Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica” en honor a las “17 Mujeres” de Guillena. «Que no son sólo mujeres que ofrecieron sus vidas y sus almas por nuestra libertad». A través de su voz se siente parte del sufrimiento de su alma, pero no olvida.