La segunda parte de la saga erótica de Megan Maxwell no defrauda
Por Gemma Juan Giner.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero Pídeme lo que quieras ahora y siempre ha cumplido todas mis expectativas después de tantos meses esperando esta segunda parte de Megan Maxwell. Una novela guerrera, morbosa, picante, excitante y romántica.
Si algo caracteriza a Megan es la manera tan cercana que tiene de escribir y de describir a sus personajes, tanto que hacen que Eric y Jud sean como de nuestra familia. Creo que las que nos hemos convertido en fans de esta escritora estamos deseando que saquen la película, porque todas nos hemos imaginado esta historia millones de veces en nuestra cabeza. Todas quisiéramos ser Jud, por su carácter, su alegría y sus valores. Todas queremos con locura a su padre por el gran amor que demuestra diariamente a las tres mujeres de su vida. Su hermana Raquel (la cuchu) está muy acertada, por no hablar de los pequeños Flinn y Luz, que creo que a todas nos han enamorado, tanto o más que Eric.
La historia entre Jud y Eric es un quiero y no puedo que nos ha tenido durante dos novelas en vilo. Se quieren pero a veces no se soportan, se esquivan cuando realmente quieren estar follando de una manera completamente salvaje, pero todos sabemos que de siempre, los polos opuestos se atraen, por lo que, de una manera u otra, Eric y Jud están más que predestinados. Orgulloso uno, orgullosa la otra, cabezón uno, cabezota la otra, pero el amor triunfa. A nosotras (las guerreras) nos tienen más que enamoradas y estamos contando los meses que faltan para leer la tercera parte. ¿Será la definitiva?
Quizás después de la novela definitiva, venga la versión cinematográfica, a lo que yo pienso que si el papel de Eric ya me tiene completamente enamorada, si lo veo en una pantalla del cine… mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm ¡madre mía!
¿Habéis entendido ya que quiero un Eric en mi vida? ¡Es perfecto! Al igual que considero perfecta esta novela, Pídeme lo que quieras, la cual, en mi opinión, no tiene nada que envidiar a 50 sombras. No por tener más publicidad, estará mejor escrita. Además conozco gente que en la primera parte de 50 sombras se ha retirado sin ni siquiera terminar el primer libro, mientras que la historia de Megan tiene enganchadas a madres e hijas. ¡Megan, te has lucido, enhorabuena!