«Mi pequeña y mi pequeño de Ariel Andrés Almada (Autor) y Sonja Wimmer (Ilustrador)

Mi pequeña y mi pequeño de Ariel Andrés Almada (Autor) y Sonja Wimmer (Ilustrador)

«Mi pequeña» y «Mi pequeño», editados por Beascoa, sello de literatura infantil del Grupo Penguin, son dos cuentos escritos por Ariel Almada e ilustrados por Sonja Wimmer concebidos para acompañar a los hijos y las hijas en sus primeros pasos en el mundo. Así se define en su sinopsis y en numerosas publicaciones literarias. Pero en mi opinión, el acompañamiento no es solo para los niños, sino también —y quizá principalmente— para sus padres.

Hay en sus textos, escritos con ternura y delicadeza en forma de poema, cierta nostalgia ante el crecimiento de los hijos. Como si el autor mirara hacia ella futuro echando de menos esa infancia que pasa a la velocidad del rayo, que se nos escapa muchas veces a los padres entre el tumulto del día a día. 

El autor habla desde el amor sobre el acompañamiento, pero también sobre la necesidad de dejar ir, de aceptar que un día nuestros hijos volarán solos, todo ello con una sensibilidad y mirada poética que la ilustradora, Sonja Wimmer, ha sabido plasmar a la perfección a través de unas ilustraciones preciosas. 

Se podría decir, además, que «Mi pequeña» y «Mi pequeño» tienen distintas lecturas: por un lado, la de los padres, que se verán sin duda reflejados en los sentimientos que refleja el texto; por otro, la de los niños, que verán en estos álbumes dos cuentos preciosos, tiernos, con una profundidad que quizá todavía no lleguen a entender. Por últimos, el texto también puede leerse como una carta, una declaración de intenciones, una preparación ante el salto al vacío que supone el paso del tiempo, los ritos de paso, la llegada paulatina de la madurez. 

Estamos, en definitiva, ante dos álbumes ilustrados dirigidos no solo a los niños, sino también a sus papás, que disfrutarán sin duda no solo de los contenidos, sino también de la lectura en voz alta por la forma en que están escritos. Ideal para leer en familia, para emocionarse y para recordar a nuestros hijos que ese amor que nació con ellos, permanecerá con nosotros para siempre.