UA101349465-1

Por Sandro Maciá.

Comparar es exponerse a un riesgo que, en la mayoría de ocasiones, uno ni persigue ni necesita. Aún así, como llegar a explicar algo de forma clara y concisa no es factible sin caer en la arbitrariedad de una buena comparación, yo me sigo tirando a la piscina cada día.

¡Y vaya si me tiro! Tanto que, acostumbrado a partirme la crisma contra el fondo, ya ni miro si hay agua o no. ¿Para qué? Caeré igual, y seguiré cayendo mientras pueda, pues eso significará que no habré perdido mi ímpetu a la hora de juntar palabras y seguir mostrando mi admiración –comparada o sin comparar- hacia todo aquel que, en vez de guardarse el talento, lo muestre al mundo.

Sintetizando, cantando, tocando, componiendo… No me importa el cómo, me quedo con el porqué, con el motivo que lleva a alguien a hacerse presente en nuestras vidas a golpe de arte. Y eso mismo ha logrado Klein, una banda que debuta ahora –aunque no literalmente, que ya cuentan con más de un proyecto a sus espaldas- con un disco para Mushroom Pillow, Beat by beat (2012) que sugiere tantas cosas como representa.

Fiesta, verano, energía, saltos y pies en marcha. Esto y más es lo que transmiten las canciones de Klein, piezas para ser bailadas que se construyen a base de punch y electrónica -en cuanto a forma- y de alegría y optimismo –en lo referido al contenido-. Quedarse quietos con sus temas es difícil, siendo claros, pero aún lo es más que estas cualidades no decaigan a lo largo de este trabajo, a lo largo de una escucha que, corte tras corte, no sólo no cansa sino que incita a querer más y más.

Sin embargo, el talento de Klein no es algo nuevo, pues que nos guste tanto Beat By Beat, Boys!! o Don’t give it up, es el lógico resultado de una trayectoria que incluye, entre otras actividades, la composición de
canciones para anuncios de televisión y campañas publicitarias –han trabajado con Camper y Multiópticas, por ejemplo-, proyectos que les ha ido permitiendo consolidar su soltura, su estudiada espontaneidad y su habilidad para hacer que el dar con un estribillo pegadizo sea algo fácil o sencillo.

Sencillo o no, lo que está claro es que este diciembre más de uno va a romper el suelo de su discoteca favorita al ritmo de Klein cuyo disco ha sido publicado en España y Japón, simultáneamente, incluyendo, por si fuera poco, dos remixes de YALL y CUTE FOR GIRLS.

De Japón al mundo, ya veréis.

 

Share This