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En la montaña de Diego Enrique Osorno

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por Rubén J. Olivares

En la montaña de Diego Enrique Osorno

En la montaña de Diego Enrique Osorno

Diego Enrique Osorno, periodista y narrador con una trayectoria notable en la literatura de no ficción, ofrece en “En la montaña” una obra que trasciende el reportaje para convertirse en un diálogo profundo entre las geografías olvidadas de México y las dinámicas de poder que las atraviesan. A través de su narrativa, Osorno nos confronta con las tensiones entre marginación, resistencia y esperanza que viven los pueblos indígenas y, en general, las clases más desfavorecidas de México.

«En la montaña» es un ensayo con toques de reportaje periodístico que se adentra en la sociedad mexicana para explorar los complejos vínculos entre el narcotráfico, las comunidades rurales y los actores políticos de la región. Este libro, escrito con la sensibilidad y profundidad que caracteriza al autor, revela las historias ocultas y las realidades incómodas de un México escenario de lucha, resistencia y esperanza por parte de las comunidades indígenas y las poblaciones menos favorecidas.

Las voces que Osorno recoge en su libro reflejan las condiciones de exclusión y abandono que dieron origen al movimiento zapatista. Campesinos, indígenas y líderes comunitarios aparecen como protagonistas de sus propios relatos, marcados por décadas —o siglos— de marginación. Estas narrativas individuales son paralelas al contexto que llevó al EZLN a levantarse en armas: una respuesta a un sistema que, en palabras zapatistas, “los olvidó”.

Sin embargo, Osorno también encuentra en este movimiento ejemplos de resistencia activa y organización comunitaria, conceptos que están en el corazón del movimiento zapatista. Las prácticas de autogestión, la defensa del territorio y la lucha por la soberanía alimentaria son temas que aparecen tanto en el libro como en las demandas zapatistas, subrayando una continuidad histórica y política.

La fuerza de “En la montaña” radica en su capacidad para conectar las realidades locales con los discursos globales de resistencia. Si el EZLN se convirtió en un símbolo mundial de la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y contra el neoliberalismo, el libro de Osorno sirve como un recordatorio de las condiciones concretas en las que estas luchas se desarrollan. A través de su escritura, Osorno traduce las complejidades de la vida en las montañas a un lenguaje que puede ser entendido y sentido por lectores de cualquier contexto.

Este diálogo entre la literatura y la política es esencial para comprender el impacto del movimiento zapatista más allá de Chiapas. En “En la montaña”, Osorno no idealiza ni romantiza a las comunidades rurales, pero sí reconoce su capacidad de agencia y su papel como guardianas de una memoria colectiva de resistencia.

Aunque “En la montaña” no se centra exclusivamente en el EZLN, su espíritu está presente en el enfoque humanista y crítico del autor. Al igual que los zapatistas, Osorno cuestiona las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad, y lo hace desde una perspectiva que valora las voces locales como fuente de verdad y resistencia.

El libro, en este sentido, puede leerse como una extensión del legado zapatista: un testimonio de que las luchas por la justicia y la dignidad no están confinadas a un tiempo o lugar específicos, sino que resuenan en todas las montañas y comunidades olvidadas de México.

“En la montaña” de Diego Enrique Osorno no es solo una crónica de un territorio, sino un eco de las luchas zapatistas que emergieron de las mismas geografías. Al documentar las historias de exclusión y resistencia que se viven en las montañas mexicanas, Osorno construye un puente entre la narrativa periodística y el compromiso político. Este libro, al igual que el movimiento zapatista, nos invita a repensar las relaciones entre el centro y la periferia, entre el poder y la autonomía, y entre la modernidad y las formas de vida alternativas.

En última instancia, “En la montaña” es una obra que celebra la dignidad de quienes resisten, recordándonos que en las montañas y zonas rurales de México no sólo se encuentran paisajes, sino también historias de lucha que siguen inspirando al mundo.

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