Por Vanessa Díez.
Estamos en época de calor, piscina, playa, helados y vida contemplativa. El verano no tiene más miras que castigar a nuestros cuerpos con altas temperaturas, quien haya hecho bien los deberes en invierno lucirá bikinis extremos y quien no tan sólo refrescará sus flácidas carnes para no derretirse sobre el asfalto.
Estas fechas me llevan a la adolescencia, cuando tras la hora de la comida o en sus horas previas era la televisión una buena excusa para matar el tiempo. En aquella época se recuperaban series como Salvados por la campana o Beverly Hills, 90210.
Allí fue donde la descubrí, como tantos otros adolescentes, como la animadora Kelly Kapowski en la serie adolescente Salvados por la campana, que tendría su primera época en el instituto, pero nos dejaron crecer con ellos con sus primeros líos de pandilla, sus primeros escarceos amorosos entre ellos, sus primeros trabajos de verano e incluso llegamos a ver como iban a la universidad. Era todo un aprendizaje que la ficción aportaba sobre la vida: lealtad, hormonas, envidia, amistad, amor, … un cócktel explosivo.
Después Tiffani-Amber Thiessen volvería como la malvada Valerie Malone en Beverly Hills, 90210 (su segunda parte), en la que le quitaría el novio a más de una, pero la ficción traspasaría la pantalla y no sería sólo ficción, ya que fue pareja de Brian Austin Green el personaje de David Silver que fue novio de Donna durante dos años.
Fue una de las ídolos de adolescentes en los 90 y toda una sex-symbol. Su último trabajo ha sido en Ladrón de guante blanco como Elizabeth la esposa del agente especial Peter Burke, ayudándole con pequeñas aportaciones a sus investigaciones al discutir los casos con él.
Casi todos sus trabajos han sido para la televisión. Las veces que ha dado el salto al cine no ha conseguido notoriedad. Al menos podrá decir que ha trabajado con Woody Allen, ya que contó con ella para Un final made in Hollywood.
En junio de 2010 fue madre, junto a su marido el actor y artista Brady Smith, de una niña, Harper Renn Smith.