Afrontar los miedos para seguir adelante.
Por Vanessa Díez.
La pérdida es como un demonio que se te mete en las entrañas. Asumir que alguien cercano se está yendo de tu lado para siempre te desgarra por dentro, poco a poco sin darte cuenta. Te desangras, sin ser capaz de asumir la realidad que te acecha. No importa cuánto te repitan aquellos que saben lo que está por venir. La cuenta atrás no es más que un acelerador de tu ansiedad. Hasta que veas la mano fría sobre la tuya no llegarán tus lágrimas, pues te ocuparás de mil cosas con tal de no ver la verdad frente a frente. No querer enfrentarte al dolor es comprensible, pues sufrir duele. Decir adiós es difícil, ni el tiempo es suficiente cuando la enfermedad llega, ni la esperanza es eterna, aunque será lo único que te aferre a tus pesadillas, aquellas que en la noche te gritan que soltarás la mano de quien más quieres.
Un monstruo viene a verme es el viaje en esa cuenta atrás hacia el último adiós, un adolescente que tiene a su madre enferma de cáncer no quiere ver aquello que sucede a su alrededor. Conor es hijo de un matrimonio desmembrado, su madre acaba de salir del último tratamiento de quimioterapia, su padre ausente tiene otra familia en Estados Unidos, mientras ellos viven en un pueblecito inglés, su madre y él, solos ante el peligro, una preciosa casa en el campo con vistas a un iglesia con un tejo, un árbol centenario. El colegio también es una lucha, pues no quiere mostrar el dolor, aunque los matones de turno lo usen como saco cada día. Se esconde en sí mismo, encierra sus sentimientos, ni el monstruo que le visita cada media noche le da miedo, tan sólo una pesadilla aterradora que hace tiempo le acecha, desde el principio de todo.
Un monstruo viene a verme es una novela de Patrick Ness a partir de una idea original de Siobhan Down, el propio autor a través de una nota nos comenta antes de comenzar con el texto que no conoció a la escritora, habría sido su quinto libro, no quiso imitar su voz, tan sólo partió a partir de su trabajo y su camino creativo llegó a otro punto. Las ilustraciones de Kim Kay son desgarradoras, transmiten el miedo latente que el protagonista no es capaz de digerir. Un monstruo viene a verme es una historia de sentimientos de aquellas que te llegan a lo más hondo, con dolor, con desgarro, con lágrimas. Afrontar la verdad es duro, déjate ayudar.