Vivimos las consecuencias de la crisis de 2008
Por José Luis Sola Marín.
¿Crisis?, ¿qué crisis? Dicha sea la verdad, actualmente no estamos viviendo ninguna crisis, algunos me acusarán de loco y de negar la evidencia, pero déjenme que les explique, estamos sufriendo las consecuencias de la crisis de 2008. Les voy a poner un ejemplo para clarificar, la Gran Depresión, fue una consecuencia de la caída de valores durante tres días del mes de octubre de 1929, jueves 24, lunes 28 y martes 29. Los efectos se dejaron notar hasta un decenio después e incluyeron una guerra de carácter mundial que definió un nuevo statuo quo vigente hasta la caída del muro de Berlín.
Los medios de comunicación hablan de forma imprecisa sobre lo que acaece, mezclando incluso los términos, eso sin entrar en el hecho de que desinforman más que informan, la situación económica que estamos viviendo no es fruto sólo de la caída de Lehman Brothers y de otras tantas causas como la subida del precio de las materias primas, del petróleo así como de la crisis de confianza en el mercado. Es también una crisis que tiene raíces ideológicas, sobre todo que después de la ola de privatización de empresas públicas y desregularizaciones en diferentes ámbitos llevadas a cabo por Reagan y Thatcher y que posteriormente copiaron el resto de países; a ello también ayudó la caída de la Unión Soviética que tras su disolucíon establecieron la economía de mercado.
Efectivamente, las consecuencias de la crisis no sólo tienen influencia en la vida económica y en un país en concreto ya que el conjunto de país dependen mutuamente unos de otros, con lo que un cambio en uno, altera al otro. No podemos olvidar que estamos viviendo en un sistema internacionalizado e interdependiente. Algunos de los casos concretos más cercanos y producidos a continuación de la crisis son los desahucios, la pobreza infantil, la subida de los precios de la electricidad, entre otros. Paralelamente tenemos la desidia de los poderes públicos que se mantienen inmunes a lo que está sucediendo.
En el aspecto político y social, por un lado, asistimos al resurgimiento de los partidos neofacistas como Amanecer Dorado, Verdaderos Finlandeses y Le Front National, entre otros, por supuesto, también están recobrando importancia los partidos izquierdistas como el griego Syriza. Es interesante remarcar que pese a la inactividad de los poderes públicos, todas las medidas aplicadas tienen como fin salvar al liberalismo económico aunque para ello sea necesario medidas que pueden ser calificadas de comunistas y que son contrarias a este modelo económico. ¿Qué hay detrás de la crisis? A mi modo de ver la pregunta es clara y concisa, pero la respuesta es más complicada, aquí he dado unas pinceladas, pero es una lista abierta, que continuará abierta hasta el día en que se pongan medios, sobre todo, legales.
Después de la crisis es una obra del sociólogo y profesor en la Universidad de California en Berkeley Manuel Castells y sus colaboradores Joao Caraça y Gustavo Cardoso