Desayunamos cada día con un caso de corrupción
Por José Luis Sola
En este libro el autor expone de una forma irónica y con sarcasmo los problemas que azotan a España de norte a sur y de este a oeste, un viaje a lo largo de la geografía española hablando de corrupción, independentismo, nacionalismo y de la inexistencia de cultura política de la ciudadanía española.
Leer este libro en esta semana ha sido todo un acierto, a las grandes infraestructuras ruinosas como el Aeropuerto de Castellón, la Ciudad de la Cultura, o el Centro Niemeyer en Avilés, hemos de destacar los recientes casos de corrupción que afectan a todos los partidos políticos del espectro político: Púnica, Millet, Gürtel, Totem, ERES, Cursos de Formación, Petroria, Brugal, EMARSA, tarjetas Black, Bankia, RTVV, y otras de las que no conocemos su nombre o todavía no se conocen.
Desayunamos todos los días con un caso de corrupción y ni siquiera nos inmutamos. Esta semana, sin ir más lejos, se supo que el Presidente de Extramadura viajó a Canarias 32 veces en un año y medio con cargo al Senado para ver a “su novia” ¿alguna dimisión?, no. Tampoco se solucionan las cosas con dimisión, es necesario cambiar de forma urgente la legislación penal y administrativa para que estos casos no vuelvan a ocurrir, para que el supuesto infractor de la ley (delincuente) devuelva lo que ha cogido sin permiso, junto con los intereses, porque es de todos los ciudadanos que pagan sus impuestos. Algunos dirán que a la cárcel. Y yo me pregunto ¿a la cárcel?, ¿para qué? ¿para seguir manteniéndolos?
Es en este clima donde se ha fraguado la consulta sobre la independencia en Catalunya, alguna vez ya he afirmado que me parece tan rancio el nacionalismo centralista español como el nacionalismo catalán, en Catalunya tampoco van escasos en temas de corrupción, nunca sabremos de dónde obtuvo la fortuna el Ex-President Pujol o quizás provenía del famoso 3% del que se habló una vez. Volviendo al tema del 9N, el Gobierno ha interpuesto dos recursos de inconstutionalidad, primero contra el referéndum y después con la consulta popular prevista para el pasado domingo, pero finalmente la gente ha podido votar, ahora estamos digeriendo el resultado. Mas quería ser el mesías que llevaría a Catalunya a un estado independiente, pero el resultado lejos de ser eufórico plantea más preguntas ¿quién ha garantizado el proceso?, ¿cuál es el censo utilizado?, ¿porcentajes de participación?; preguntas que se añaden a las de cómo se repartira la deuda de Catalunya y España, moneda a utilizar, cómo van a recuperar las competencias atribuidas al Estado y cómo se van a transferir las propias del Estado y finalmente, ¿devolverá Catalunya las ayudas del FROB a CatalunyaCaixa?. Cada minuto que pasa me surgen nuevas preguntas.
Me parece que la participación es buena para mejorar la democracia y la calidad de ésta, y creo que los catalanes pueden votar con todas las garantías y con las condiciones que permitan que el resultado sea lo más real posible, y lo más importante de todo es necesario que los ciudadanos tengan toda la información posible sobre las consecuencias de su voto. Lo que no puedo ver tan claro es el encaje de Catalunya en la UE, ¿separarse para unirse a la UE? Es un moviemiento contrario al de integración y armonización del acervo comunitario que se está dando con la progresiva ampliación de la UE.
Destruir España (Antes de que Ella nos destruya a todos) es una obra de Javier Ríos, un gaditano en Barcelona que por motivos laborales ha conocido el pensamiento de los españoles de todos los puntos cardinales.