Diferentes maneras de sentir el sexo
Gemma Juan
Mi primer Salón Erótico fue el de Alicante, allí me recomendaron el de Madrid. Ahora he ido al de Madrid y me han recomendado el de Barcelona, pero sin ir al de Barcelona ya me han recomendado ir al de Amsterdam.
En cada salón erótico que he visitado he ido conociendo a gente única, gente diferente, personas que aman el porno. Este fin de semana, después de nueve años sin celebrarse en la capital, he tenido el enorme placer de asistir al Salón Erótico de Madrid. Un día diferente, en el que he vuelto a observar las diferentes maneras de vivir el sexo. Nada más entrar, ya disfruté del gran show protagonizado por la actriz Ena Sweet, una chica valiente que subió a gente del público para hacerles… disfrutar.
Lo que nunca falla, y aún así me sigue sorprendiendo cada año, es la naturaleza “voyeur” del público masculino, en la que abundan especímenes poseídos por las hormonas. Con sus móviles, no pierden ni un sólo detalle del sexo en vivo. Un total de sesenta expositores y cerca de 200 artistas por descubrir.
Una vez ya caliente, decido recorrer los diferentes stands en busca de algo que llame mi atención. El porno como tal ya lo conozco y después de ver diferentes festivales, quiero algo diferente, algo que llame mi atención. Tamás Sattwa, consigue, desde el minuto cero, captar mi atención. Él es el CEO de una productora diferente. Tantra Ecstasy, su empresa, nos transmite otra manera de ver el sexo a través del tantra. Un género que revaloriza la sexualidad, otra manera de entender el porno como tal, en el cual destaca el rol sagrado de la mujer. Sattwa no se declara feminista, pero sí se considera muy crítico con la sociedad de consumo.
Valorar cada beso, caricia, abrazo, adorar a la persona con la que estás, sentir y expresar lo que sientes…son algunas de las claves del sexo tántrico, una práctica de origen oriental que no tiene como objetivo principal llegar a la eyaculación, sino disfrutar, como si de una danza se tratase, de cada momento del sexo.
Después de tres años estando presente en el Salón Erótico de Barcelona y otros tantos en el festival de Oporto (Portugal), Sattwa se encuentra feliz con el resultado. La gente que consume este tipo de cine para adultos va creciendo. Desde 2013 llevan transmitiendo sus valores, un amor sagrado en el cual “si hay una escena erótica sin Dios, es porno”. Según Sattwa, su filosofía “rinde un respeto a la divinidad, lo que significa un salto de conciencia en la sociedad en el cual el papel de la mujer es fundamental”. Una manera diferente de entender la sexualidad, que no sólo gusta a mujeres, sino que los hombres que lo prueban, se emocionan y repiten.
Después de dar varias vueltas por el Salón Erótico, me encanta descubrir actores nuevos, como es el caso del colombiano Kike Balboa, quien a través de un mensaje a una productora, decidió cambiar su profesión de ingeniero industrial por la de actor porno. Su nombre de pila es Raphit Aly Tejada, un chico joven, que, con dos carreras a cuestas, empezó a interesarse por el porno realizando su proyecto final en la universidad, sobre la rentabilidad de las producciones porno en España. Fue a partir de este estudio cuando se dio cuenta que producir porno era rentable, así que poco a poco fue interesándose por el porno hasta que un día decidió enviar un mensaje a una productora diciéndoles “Me gustaría follarme a Eva Autumn ”. La productora le mandó a la actriz una foto del actor y le gustó, así que le llamaron para que grabara una escena con ella. Así fue como se inició en este mundo, en el que, con tan sólo tres meses de carrera como actor porno, ha ganado el premio a “Mejor Actor Amateur” entregado por Xstars Awards 2017 y tiene las ideas muy claras, quiere un porno “donde la mujer sea la que me domina”, concluye Balboa.
FALTA DE PRESENCIA LÉSBICA
El Salón también ha contado con una zona dedicada al porno gay, lo cual ha provocado que muchas lesbianas se sientan un poco discriminadas por el hecho de que ellas no han tenido un espacio propio. La sexóloga Mai Insua así lo cree, ya que ha destacado que la parte lésbica está menos representada y que las tienen como “una sexualidad de segunda”. Además, afirma que actualmente las escenas lésbicas que se producen en el salón acaban siendo tríos y así, es “como se pierde la conexión con la realidad”. Según Insua, estos shows “están hechos para otros, para la imaginación del hombre, pero no de la mujer”.
Por este motivo, considera necesario un porno feminista para que haya una representación de la mujer en este tipo de eventos, un porno hecho por mujeres feministas que le den voz a la mujer. Quizás de esta manera, acudirían más mujeres al salón erótico, ya que es muy significativo que las pocas mujeres que vienen, acuden con sus parejas, pero no en grupos de amigas o solas, como sí lo hacen algunos hombres; “Actualmente el salón no invita a la mujer a venir sola a un evento así, la sexología está heterosexualizada y están invisibilizando una parte de la población vendiendo un discurso sesgado que no genera una educación sexual a la sociedad” concluye Mai Insua.
Pero sin ninguna duda, mi descubrimiento de este año se llama Adrián Dimas, un chico pequeño, con un gran corazón… y otras cosas bien puestas. Éste ha sido su último Salón Erótico, ya que después de casi cinco años bastante intensos dedicándose al cine para adultos, ha decidido dejárselo para dedicarse a otras cosas.
Con casi 30 años y pensando en el futuro, reconoce que por suerte o por desgracia “el porno ya no funciona como antes, una época en la que viajar a Los Ángeles era más sencillo y los artistas eran considerados estrellas”. Esto significa que hoy en día “ya no se vive del porno eternamente, si consigues vivir de ello unos pocos años, ya debes sentirte más que satisfecho”. Por eso, ha decidido retirarse y dar un nuevo rumbo a su vida.
No es el caso de Ramón Nomar, un actor más que atractivo, más que sexy, un tío que te deja sin palabras nada más verle, actor desde el año 94, un actor de los de antes, un actor con principios, un tipo que entiende que el porno no es sólo sexo y que para producir y tener éxito, también hay que invertir. Ramón Nomar es uno de los mejores actores porno españoles del mundo, de la quinta de Nacho Vidal, pero ahora mismo el talento español, como en todos los sectores, está fuera de España. En estos momentos y desde hace bastantes años se encuentra en Los Ángeles trabajando en el porno, lo que significa que hemos perdido a uno de los grandes de nuestro país. Él lo tuvo claro desde los quince años, quería ser actor porno, y para ello estudió y se formó, porque hay que tener muy clara una cosa “nosotros follamos para la cámara y no para nosotros”, recalca Nomar.
LA NECESIDAD DE INVERTIR
Hoy en día, el mundo del porno ha cambiado. Ya no pagan a los actores lo que se pagaba hace diez años. Ahora, el que quiere triunfar se lo tiene que trabajar, y eso significa ir a muchos sitios sin cobrar ni un duro porque “no saben si vas a funcionar”, indica Dimas, quien afirma que “si consigues funcionar y tienes carisma, actitud y te dejas la piel, quizá tengas una posibilidad de hacerte un hueco en el porno español o europeo”.
A pesar de que los organizadores del salón erótico eran los mismos que los de Barcelona, sí que hay ciertas cosas que han sido diferentes, como por ejemplo, la escasa presencia de artistas internacionales en Madrid y la menor inversión publicitaria que se ha realizado.
En el último salón de Barcelona consiguieron traer a ocho de los mejores actores y actrices de Europa, una iniciativa que provocó que muchos artistas quisieran ir también. Al final, acabaron participando más de 50 artistas internacionales, aparte de los nacionales, “imagínate lo que se montó”, recuerda Dimas, quien ha estado actuando los tres días en el escenario de la productora “Actrices del Porno” poniendo punto y final aquí, a su carrera como actor de cine adulto. ¿Su balance? Adrián Dimas reconoce que el porno le ha dado “muchas cosas buenas, pero a un precio muy alto”
A pesar de la crisis, parece que las productoras están volviendo a arrancarse y por fin, volvemos a disfrutar de un salón erótico en la capital madrileña. ¿Próximos objetivos de cara al certamen del año que viene? Que tengamos la misma inversión que tiene Barcelona para igualarnos y conseguir ser todo un referente y una cita obligada en el sector del sexo. Muchos actores y sponsors lo tienen muy claro, en Barcelona se invierte más que en Madrid y uno de los motivos es que la capital sigue estando muy cerrada de mente y no se sabe vender tanto como Barcelona, una ciudad donde están más dispuestos a conocer y experimentar.
El primer paso ya está dado, volver a tener un Salón Erótico en Madrid después de tantos años. Así que los deberes para el año que viene están más que claros. Más inversión, más publicidad, más sexo lésbico, más presencia internacional y… más sexo!
Nos vemos el año que viene!