El amor en los mundos de William
Por Luz María Granero
El amor nos mantiene vivos. Es un sentimiento que se respira por donde caminas cuando estas enamorado/a. Es el motor de la vida. Es el ingrediente estrella que hay que añadir a todo para que salga perfecto. ¿O, a caso la vida no es más llevadera con este ingrediente mágico? Como en todo, el amor también alberga su parte opuesta, pero con toques como la buena comunicación, el cariño, el respeto y la tolerancia todo se puede solucionar como personas civilizadas que somos. Por cierto, el amor no tiene fecha de caducidad, pues solo caduca en una relación cuando no se cuida con pequeños detalles como ocurre con una flor.
Shakespeare para enamorados es un libro fresco e increíblemente inspirador para los que se toman el amor muy en serio. Un volumen de la serie «Genios para la vida cotidiana» en el que Allan Percy ofrece remedios eficaces para gozar de amor cada día de tu vida.
De entre todos los grandes autores de la literatura universal, ninguno profundizó en los misterios del amor y ha tratado los asuntos del corazón desde una perspectiva tan lúcida como William Shakespeare. Todavía hoy sus obras y poemas son una poderosa herramienta para comprender los insondables secretos de nuestro corazón.
Del flechazo al desengaño, del primer beso al amor imposible, del compromiso a los celos, Shakespeare para enamorados saca de los escenarios y de las antologías poéticas la ciencia shakespeariana del amor para iluminar nuestra vida cotidiana y por fin dar respuesta a preguntas como: ¿Por qué hay personas que tienen mala suerte en las relaciones sentimentales? ¿Cómo se cura el mal de amores? ¿Se puede vivir un romance toda la vida? ¿Cuál es el secreto de la seducción? ¿Cómo luchar contra los celos?
En Shakespeare para enamorados de Allan Percy nos abre los ojos de una manera directa para gozar del amor de pareja en el día a día. Allan Percy siempre nos sorprende con sus libros por su forma sencilla de escribir. Es un libro que te enriquece internamente. Lo recomiendo encarecidamente.