Nuevo single de Jupiter Lion
Por Sandro Maciá
¿Recuerdan aquello que, allá por el año 1988, cantaba el Dúo Dinámico? ¿Eso de “Resistiré”? Bueno, pues hagan memoria, porque no sería absurdo retomar tal himno para poder entender que, si de vicisitudes varias habla la canción, yo estoy precisamente en ese punto de lucha, de resistencia, con el calor que nos acecha estos días… ¿Aguantarán mis glándulas sudoríparas? ¿Llegaremos al –espero- fresquito otoño sin morir en el intento? ¡Dios quiera! Porque sólo así podremos disfrutar de lo que por ese entonces verá la luz: el nuevo disco de Jupiter Lion, que llevará por nombre We will lose gracefully (BCore Disc, 2018).
Ganazas, ¿no? Muchas. Así que no se dejen amedrentar por lo que está viniendo -y vendrá- en cuanto a lo que los termómetros aún nos deparan y empiecen a buscar soluciones para sobrevivir a los meses que todavía nos separan de este tercer largo del trío valenciano, pues la espera, a juzgar por lo que ya podemos escuchar en Un sol extraño, tema presentado como primer single, merecerá la pena. Y no poco.
Y es que, según muestran José Guerrero (bajo), Vicente Sais (programaciones) y Xavi Chardi (batería) en su flamante adelanto, con el que rompen cuatro años de silencio, los que en su momento nos descubrieron que el krautrock era, además de un concepto, una realidad más que palpable, vuelven ahora a demostrar que un buen cóctel de influencias –en su caso enmarcadas en el garaje experimental, la electrónica, el postpunk y el rock- bien meditadas y desarrolladas en torno a una estructura contundente y atractiva, pueden saltar el límite de lo teórico-práctico para llegar a emocionar en lo artístico.
Así, de inicio gradual y estrofas shoegaze difuminadas entre frases lejanas llegadas a colación de una primera parte marcada por el ritmo en estado puro y por la introducción de sonidos electrónicos sobre baterías y cuerdas, Un sol extraño va creciendo a medida que avanza, haciendo de los versos cantados un complemento de la propia forma de la canción, teniendo su momento de protagonismo pero sin destacar como único punto de atención, contribuyendo a que ese crecimiento siga aumentando hasta llegar a un final repentino, aunque no del todo imprevisto.
Un buen anzuelo, vaya. Un buen anzuelo que el aquí escribiente ya ha picado muy gustosamente y que, desde la primera escucha, no sólo abre boca para lo que está por llegar, sino que ayuda a paliar el apetito a la espera del resto de cortes de un trabajo grabado, mezclado y masterizado en los estudios Music Rooms Studio (Xirivella, Valencia) por Pablo Peiró, un disco que contará con un artwork compuesto por collages del artista Pepo Salazar y que ya empieza a olerse…
Mmm… Bendito aroma. Afilen sus colmillos, que pronto los hincaremos en lo nuevo de Jupiter Lion.