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Nuevo single de Mucho: Ahí te quedas Perarnau.

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por Sandro Maciá

Mucho, solitario regreso

De los fríos aires llegan las cálidas reinvenciones. Esos cambios de rumbo que nos permiten darnos cuenta de que la vida es vida, que todo sucede por algo y que no hay mejor manera para reaccionar y sentirnos parte de este mundo que la de ir siendo parte de todas las idas y venidas que conlleva, precisamente, eso, el hecho de vivir. Esos giros de argumento que nos vemos obligados a interpretar en el guión de nuestra existencia… Esos saltos al vacío que, a veces forzosamente, nos llevan a encumbrar nuevos niveles en nuestro haber, aunque sea en solitario…

Y no es que lo diga yo, que bien podría –pues ya saben que lo de enrollarme no se me da nada mal-, sino que así nos lo vuelve a demostrar, una vez más, el caprichoso destino, quien pone al frente de la soledad artística -¡eh! que no por ello menos llamativa ni valiosa- a todo un gentleman –ojo, fue hombre GQ- del panorama que no pocas alegrías nos ha dado en los últimos años: Martí Perarnau IV.

Sí, el mismo que viste y calza. El señor Perarnau, tras cosechar un más que consagrado éxito al frente de Mucho junto a Miguel de Lucas y Carlos Pinto, se aventura ahora a la vida single, al reto de pasar de ser el “frontman” de los creadores del synth and roll –por Dios, que nadie olvida su glorioso Pidiendo en las puertas del infierno (Marxophone, 2016)- a ser, directamente el “man” de un proyecto que, muy lejos de morir cual cuadrilla con alguna baja, vuelve a la vida estos días con Ahí te quedas, Perarnau (2018), un nuevo single “muchero” que, sin perder la esencia de la banda, cuenta ahora con él como único firmante.

De corte pop y capitaneado por una aparentemente sincera letra que va surcando las líneas trazadas por los matices de una estructura compuesta por piano, caja de ritmos y su buena dosis de cuerdas con bajo y guitarra, Ahí te quedas, Perarnau es un tema que no pasa desapercibido, ni por su contenido ni por su continente, llamando la atención de quienes siguen fervorosamente las melodías dulcemente intensas y cálidamente radiantes; así como captando el interés de quien busca versos capaces de hacernos reflexionar sobre la posesión del todo y la nada, sobre la seguridad de lo conseguido y lo ansiado… Sobre la duda de la propia inseguridad –escuchen: “ Cuando me enfrente solo a la muerte gritaré: ¿Hay alguien más?”- y sobre el reconocimiento de una realidad sin tapujos –no obvien frases como “Vendrán a verme los que deje a su suerte y dirán: ahí te quedas, Perarnau!”-.

Nacida para hablar de algo tan irónicamente habitual como “la desidia y la desgana en la que vivo tan cómodamente mientras miro la pantalla del móvil”, según Perarnau, la canción también pretende ser reflejo de esa actitud de “indignarse con toda la injusticia que nos rodea pero no hacer nunca nada”, de esa “soledad del compositor de música y de la soledad de nuestros tiempos” que, hoy, él siente al ver como “Mucho empezó como un grupo y ahora es mi proyecto personal”.

En cuanto al apartado técnico, cabe destacar que la grabación de ATQP se llevó a cabo en La Casa Murada, en abril de 2018, bajo la producción de Ricky Falkner, Santos Berrocal, Fluren Ferrer y Martí Perarnau IV. La mezcla, por su parte, corrió a cargo de Santos Berrocal, en Blind Records, todo ello completado por el master de Álvaro Balañá, en Impact Mastering Labs.

Vamos, un equipazo que arropa la vuelta de Mucho y que, aunque ahora con una sola rama, demuestra aún son muchos los frutos que ofrecer.

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