Alguien a quien conoces, de Shari Lapena.
por Lara Vesga
Imagina que un día te encuentras en tu casa un sobre que alguien ha echado por debajo de la puerta. Lo abres y descubres una carta en la que una madre anónima te pide disculpas porque su hijo se coló en tu casa, sin que tú te dieras ni cuenta, y estuvo husmeando entre tus cosas, especialmente en tu ordenador y otros dispositivos electrónicos, ya que el chiquillo es un aprendiz de hacker. ¿Cómo se te quedaría el cuerpo? Pues esto es lo que les pasó a algunos vecinos del hasta entonces tranquilo barrio residencial de Aylesford, en el valle del río Hudson, estado de Nueva York.
Además, para rizar más el rizo, una vecina de ese apacible barrio aparece asesinada y el crimen pone nervioso a más de un lugareño. En Aylesford casi todos tienen algo que callar, secretos que temen que salgan a la luz debido a la investigación policial para resolver el asesinato.
La inspectora Moen y el inspector Webb son los encargados de ir puerta por puerta entrevistando a todo el vecindario. No lo tendrán fácil. Hay varios sospechosos, entre ellos el propio marido de la víctima, Robert Pierce, quien no parece estar demasiado afligido por la pérdida de su esposa y que además tiene unas conductas un tanto sospechosas. Pero tampoco se puede descartar la implicación de otras personas. Amanda Pierce, la joven víctima, tenía un séquito de pretendientes. Y algunos de ellos, tras su muerte, mienten más que hablan en sus declaraciones a la policía.
Alguien a quien conoces ha sido calificada por algunos críticos como un domestic noir, una novela negra de proximidad en la que como su propio título indica, no hay que irse demasiado lejos para buscar al asesino. Está en tu propio barrio, quién sabe si puerta con puerta. Esta cercanía hace que el lector se inquiete como si fuera un residente más de Aylesford. Esperando, mientras pasas las páginas, a que los inspectores llamen a tu puerta para interrogarte a ti también.
Shari Lapena (Cánada, 1960), consigue crear un ovillo de sospechosos, mentiras, vidas paralelas y secretos que va creciendo y creciendo a medida que avanza la historia. Las dos tramas del asesinato y del chaval hacker que se cuela en casas ajenas para dar rienda suelta a su afición convergen y divergen durante toda la novela, hasta alcanzar un inesperado final. El postureo y las idílicas vidas de cara a la galería de los habitantes de Aylesford se va desmontando poco a poco, y la pericia de los policías hace que las declaraciones de unos hagan que otros, y al final casi todos, vayan cayendo como las fichas del dominó.
Alguien a quien conoces rebosa suspense y profundiza en temas de pura actualidad como las dobles vidas y secretos que podrían hallarse si se hurgara en los ordenadores y smartphones de aquellos que nos rodean. Porque quizá ese alguien a quien conoces o a quien crees conocer, sea alguien a quien no conoces en absoluto.