Hola, preciosa de Ann Napolitano
por Elena Cruzado
Mi hermana es una de las personas que más quiero en el mundo y, posiblemente, la que mejor me conoce. Además de familia, es amiga, apoyo, confidente, consuelo, consejera, alegría. Las dos formamos, junto a nuestra madre, una unidad inquebrantable. Quizá por esta razón, por este apego y amor hacia ella, he conectado de una forma tan íntima con «Hola, preciosa», de Ann Napolitano, que además es una adaptación moderna de «Mujercitas». ¡Lo tiene todo!
Napolitano nos lleva a la década de los sesenta del siglo XX para presentarnos a William Waters, una promesa del baloncesto con un oscuro pasado a sus espaldas, que encuentra en la Universidad de Chicago la excusa perfecta para dejar atrás a unos padres totalmente desapegados. Para su sorpresa, allí encontrará también a otra familia, que nada tiene que ver con la suya, y que enseguida le abre las puertas de su casa. Las hermanas Padavano entran en su vida como un huracán, poniéndolo todo patas arriba.
Julia, Sylvie, Emeline y Cecelia son la versión moderna de las hermanas March y, al igual que ellas, forman un puzzle perfecto en el que todas se mueven al unísono.
«Las hermanas estaban tan unidas que en realidad ninguna funcionaba nunca por sí misma: las cuatro compartían sus vidas, celebraban y se apoyaban las unas a las otras en sus fuerzas, compensando así sus debilidades. Julia era la organizadora y la líder; Sylvie, la lectora y la voz de la razón; Emeline, la cuidadora, y Cecelia, la artista.»
«Hola, preciosa» sigue la vida de William y de las hermanas Padavano a lo largo de veinticinco años en una saga familiar que ahonda en el amor fraternal y romántico, en las relaciones familiares, en el duelo, en el empoderamiento femenino y en la salud mental. Es precisamente este último punto el que más interesante me ha resultado, por el detalle, el tono y la precisión con que la autora aborda el tema de la depresión.
Si bien es cierto que en algunos aspectos me ha resultado difícil empatizar con los actos y las motivaciones de algunos personajes, cada uno de ellos está justificado al milímetro. La autora ha hilado a la perfección las aspiraciones y decepciones de los protagonistas con las consecuencias de sus decisiones.
«Hola, preciosa» es una novela coral, aunque el peso de la historia recae en las dos hermanas mayores, Julia y Sylvie, y en William. Los capítulos están repartidos entre estos tres personajes —con algún añadido a medida que avanza la historia— y sus respectivos puntos de vista. Como en la vida real, es inevitable posicionarse y Ann Napolitano consigue despertar en el lector un sinfín de emociones, como la simpatía, comprensión, antipatía, lástima, orgullo, tristeza, ternura… ante las distintas situaciones por las que van pasando los personajes. Este cúmulo de sentimientos hace que, al cerrar el libro, una se sienta un poco Padavano —o March—.
Finalista del Premio Goodreads de Ficción 2023, esta novela es un canto a la familia, al amor y a la salud mental, narrada con gran sensibilidad y que me ha hecho soltar alguna que otra lagrimilla. Porque en mayor o menor medida, es prácticamente imposible no sentirse identificada con la forma de querer y de ver la vida de alguna de las hermanas Padavano, cuyo vínculo es casi tan fuerte como el que tengo yo con la mía.
«Lo quería todo porque sentía, tras los muros que ambos habían elevado para contener sus deseos, la enorme belleza que aguardaba al otro lado.»