UA101349465-1

La biblioteca de fuego de María Zaragoza.

k

por Vanessa Díez Tarí

La biblioteca de fuego de María Zaragoza

La biblioteca de fuego de María Zaragoza

Salvar libros de la barbarie. De cualquier infortunio. Sin importar bombas ni hambre. El conocimiento por encima de todo. Luchar por preservar la palabra. Sin pensar cómo la historia contará aquello que pasó. Siempre los vencedores cuentan la contienda a conveniencia. Bibliotecarios rojos. Sospechosos por no morir bajo los ataques. Huyeron con el arte y el patrimonio. No dirán que preservaron, no se puede decir, ni que ellos destruyeron lo que presumieron recuperar. La historia se escribe de forma distinta a la realidad. Sobrevivir era todo.

María Zaragoza en “La biblioteca de fuego” nos ofrece una protagonista fuerte, valiente e independiente que va creciendo a través de las páginas de la novela. De niña de clase bien, protegida entre algodones y convencida de la diferencia de clase por sus privilegios a mujer formada y trabajadora que vive un amor libre y que arriesga su vida por unos ideales y por preservar una forma de vivir. Tina tiene dos pilares en Madrid que le permiten crecer, el primero es el refugio que le da su tía en la pensión donde comparte techo con personajes muy dispares, haciéndola aceptar la diferencia, y el segundo es su amiga Veva durante los años de universidad y primeros tiempos como bibliotecarias. Ambas en esa época comparten cada aventura. Hasta la disparatada idea de Tina de encontrar la biblioteca invisible, acercándose para ello a las feministas de aquel tiempo. Mujeres peligrosas para mujeres más conservadoras como la tía de Tina. Imaginar a Hildegart, María Lejárraga o Zenobia Camprubí no ha tenido precio. La efervescencia de los años treinta con las muchachas en los cabarets se disfruta, bebiendo de la libertad del ambiente bohemio.

“La biblioteca de fuego” está ambientada durante la guerra civil. Madrid sitiado con bombas cayendo. Mientras la gente intentaba todavía vivir. Bibliotecarios que seguían trabajando. Poner a salvo las obras. Tina empieza a aparecer en lugares víctimas de saqueos para cambiar de lugar algún libro. Su vida estará en peligro una y otra vez. Y un personaje que hace de buen contrapeso es el malo. Siempre he pensado que un buen héroe, heroína en este caso, merece un buen villano. La muerte rodeará la novela. La guerra no puede ser sólo el telón de fondo. Tina irá perdiendo mucho además de peso y salud. Hay muchos personajes secundarios inolvidables en esta novela: Don Marcial, Don Fermín, Don Gabriel, Don Germánico y Estrellita, sin duda la artista cabaretera de esta novela.

El amor a los libros se respira en “La biblioteca de fuego”. Fue premio Azorín de Novela 2022. La cultura por encima de todo. Realizar un homenaje a aquellas personas que estuvieron en la Biblioteca Nacional durante los años de la contienda y seguramente disciplinados al terminar la guerra. Depuraciones de libros. Imponer el control. Diluir los avances del futuro. Miedo al pensamiento crítico. No quisiera tener que ver nunca una hoguera de libros prohibidos ante mí. Me dolería el corazón. Sería volver otra vez a repetir la historia, pero lo pienso ahora que desaparecen nombres de artistas ilustres de bibliotecas y otros edificios, incluso sus versos, por motivos ideológicos. Depurar no es respetar la diferencia del otro. Si nos sentimos invadidos no hemos avanzado desde entonces. Los fantasmas siempre acechan. Los muertos de las cunetas no descansan. Las heridas abiertas no sanan. Un país desmemoriado repite. Hay que honrar el pasado. Gracias por esta historia querida. Inolvidable.

Share This