Baila Laia de Salvador Rubio
por Rubén J. Olivares
¿Qué pasa cuando una relación se instala en la comodidad y deja de hacernos vibrar? ¿Qué ocurre cuando el deseo pide nuevas coreografías que rompen con los pasos de siempre? Estas preguntas se convierten en el corazón palpitante de “Baila Laia”, la nueva novela del escritor y guionista Salva Rubio, que nos invita a adentrarnos en una Barcelona llena de música, baile y decisiones incómodas sobre cómo amar.
Laia, treintañera y profesional asentada, mantiene una larga relación con Albert, marcada por la estabilidad… y por la rutina. En un intento por reactivar su vida, se inscribe en una escuela de lindy hop. Lo que comienza como un pasatiempo se convierte pronto en el epicentro de su transformación emocional. Allí conoce a Zack, un carismático profesor estadounidense, y a Helena, una amiga que le presenta el universo del poliamor. Entre bailes, dudas y atracciones cruzadas, Laia se ve obligada a replantearse su concepción del deseo, la fidelidad y la idea del amor romántico tradicional.
“Baila Laia” está estructurada como una novela de aprendizaje emocional. El relato avanza con un ritmo ligero, casi coreografiado, en el que los capítulos se suceden como escenas de una película romántica —no en vano, Rubio es también guionista y se nota. El tono desenfadado, lleno de diálogos ágiles y situaciones reconocibles, recuerda a la comedia romántica británica, con ecos de Nick Hornby y guiños a “Dirty Dancing” o “Frances Ha”.
El ritmo narrativo está cuidadosamente medido: alterna momentos de humor con reflexiones íntimas que jamás caen en el melodrama. La historia fluye, como los bailes que describe, entre pasos bien aprendidos y otros completamente improvisados.
Uno de los grandes aciertos de la novela es su abordaje de las relaciones abiertas y el poliamor, sin caer en el panfleto ni en el juicio moral. Laia no se convierte en heroína ni en víctima: simplemente busca entender qué desea y cómo se siente frente a las opciones que la vida y los otros le proponen.
Rubio trata con honestidad y sensibilidad las contradicciones internas que despiertan los nuevos modelos de relación: los celos, los pactos, el miedo a perder, pero también la emoción de redescubrirse. Asimismo, el baile funciona como metáfora liberadora: moverse al ritmo de uno mismo, reconectar con el cuerpo, volver a escuchar el deseo.
Salva Rubio escribe con un estilo claro, accesible, pero no exento de profundidad. Su prosa es directa, eficaz, cargada de imágenes visuales que apelan a los sentidos. Se nota su formación cinematográfica en la construcción de escenas y en el uso del ritmo como herramienta narrativa.
Hay una sensibilidad generacional en su mirada: “Baila Laia” habla a lectores que crecieron con comedias románticas, que viven en ciudades vibrantes pero emocionalmente contradictorias, y que buscan formas nuevas —más honestas, menos rígidas— de estar con los otros.
“Baila Laia” es una lectura ágil, fresca y emocionalmente honesta que invita a repensar nuestras relaciones con el amor, el cuerpo y la libertad. Con una protagonista que busca (y a veces tropieza) en su camino hacia una vida más auténtica, esta novela nos recuerda que hay que atreverse a bailar, a vivir la vida que queremos, aunque no sepamos aún la coreografía y podamos tropezarnos. Porque a veces, como Laia, lo que necesitamos no es bailar junto a nuestra pareja, sino aprender a movernos al compás de lo que sentimos, vivir la vida que realmente deseamos y no las que socialmente nos imponen.
¿Por qué leerla? Porque es una novela sobre la pasión, la perseverancia y el poder transformador del arte, una novela luminosa y contemporánea, que toca temas relevantes con empatía, humor y un gran sentido del ritmo. Un recordatorio de que, a veces, las respuestas a nuestras preguntas más profundas no se encuentran en palabras, sino en la cadencia de un paso de baile, en el fluir de un compás o en el eco de una melodía.